Reseña:
“El
tercer durmiente” de Maggie Stiefvater.
Datos:
Título original: “Blue Lily, Lily Blue”.
Año de publicación: 2014
Serie: The Raven Cycle #3
Siguiente libro: El rey cuervo
Libro anterior: Los saqueadores de sueños
Puntuación
en Goodreads: cinco estrellas.
Reseña
número: #73.
Aviso que tanto la reseña como mis opiniones
tendrán spoilers de los libros anteriores.
Reseña:
Cuando Maura se interna en una cueva, intentando que uno de los tres durmientes
no despierte, el mundo de Blue no se vuelve un caos, pero su interior sí. Los
Chicos del Cuervo, Gris, Cala y Persephone trabajan juntos para encontrarlas,
pero la desaparición de Maura no es lo más extraño que ocurre. A Anglionby
llega un nuevo profesor de Latín, y no es nadie más que Colin Greenmantle,
quien ha contratado a Gris en el verano para encontrar al Greywaren; tanto para
Ronan como para Gris, la llegada de Greenmantle supone una amenaza, por lo que
deberán dejar de lado la búsqueda para hallar la forma de deshacerse de él,
contando con la ayuda de Adam.
Gansey recibe la visita de Malory, un
profesor británico tan obsesionado como él por encontrar al Rey Cuervo. Gansey,
Malory y Blue buscan la entrada de otras cuervas que le permitan hallar a los
durmientes, y de esa forma encontrar a Maura también. Ellos saben que hay tres
durmientes: uno debe despertar, otro no debe hacerlo, pero ¿quién es y qué pasa
con el tercer durmiente?
Opinión
personal:
¡El primer libro del año!
Me ha encantado “El tercer durmiente” mucho
más que los anteriores, los personajes llegan a su cumbre, cada más vez más
humanos, cada vez más ellos mismos. Y la historia avanza y avanza. Lo gracioso
de la saga es que yo pensaba que en el primer libro ya encontrarían al Rey Cuervo
y que ya pasaría todo esto del beso de Blue y ver si Gansey muere o no, pero
no, nada más alejado de la verdad, estoy a punto de empezar el cuarto libro y
ninguna de estas situaciones se han solucionado.
Tengo un problemilla con Maggie Stiefvater.
En el primer libro, era la falta de descripciones. Pero llegados a este punto,
es la falta de información, hay muchas situaciones que se dan por zanjadas que
no se explican bien y que no logro comprender. No pretendo que se me expliquen
como si fuera una niña, pero es que las tramas se dejan en el aire, por ejemplo,
Piper, ¿qué onda con Piper? En realidad, la trama me ha gustado bastante, ya no
hubo (como en el libro anterior) puntos de vista que me aburrieran. Tengo otro
problema más con las subtramas de la historia y la composición de los libros, y
es que al final de los mismos siento que no pasó mucho. Me ha ocurrido con los
tres libros de la saga que he leído, en todos ocurre que al principio hay
bastante acción, se ponen a buscar a Glendower (o a quien sea o lo que sea), la
búsqueda se detiene por gran parte del libro donde pasan otras cosas (Kavinsky,
Greenmantle, etc.), son subtramas que ocupan gran parte del libro y que, una
vez resueltas, no tienen una gran repercusión en los libros siguientes,
entonces, por lo general, las olvido, o tengo la sensación de que no pasó gran
cosa en la historia; después de la resolución de las subtramas se vuelve a la
línea original del libro, que da paso a un nuevo problema para la siguiente
entrega de la saga. Así ha pasado con todos.
La escritura de Maggie sólo mejora y
mejora, tiene un gran avance en cada libro, tanto para describir sentimientos,
paisajes o personajes, como esa forma poética suya de decir cosas súper
humanas, que nos atañe (o nos puede ocurrir) a todos. De todas formas, con
respecto a las cuevas de las últimas escenas, me pareció que falta más claridad
a las descripciones.
Blue continúa maravillándome. En esta entrega
de la saga la vemos más activa que nunca, dispuesta a buscar por sí misma a su
madre si es necesario, va de aquí para allá, e incluso toma las riendas de las
expediciones, cuando antes quien hacía eso era Gansey, y éstas dan mucho más
resultados que las del chico. A Blue no le interesa tanto encontrar a los
durmientes como encontrar a su madre, pero sabe que, para encontrarla, deberá
hallarlos a ellos también. Blue se conoce mucho a sí misma en “El tercer
durmiente”, llega un nuevo personaje que le dice muchas más verdades que las
que le han dicho Maura, Cala o Persephone sobre sus poderes; y los desarrolla
un poco más. Pero también me resultó un poco histérica en ocasiones, entiendo
que tiene un montón de presión sobre ella, pero hay escenas en las que trata
muy mal a Gansey o a Adam porque han dicho algo de forma que ella no quería o
porque se acordó justo de algo que la puso mal, entonces ya comenzaba a gritar
y hacer un alboroto; te entiendo, Blue, pero baja un poco la pelota al piso.
Gansey intenta luchar contra la crisis de
identidad que comenzó a tener en el libro anterior; en la reseña de ese libro
dije que Gansey ya no parecía Dick Campell Gansey III, sino simplemente Gansey,
simplemente un chico, y esa idea se afianza todavía más en “El tercer
durmiente”. Sus amigos tienen sus propios problemas que resolver, se presentan
muchas más situaciones delante de Gansey, pero él sólo está allí, sin saber
mucho que hacer, hasta que alguien recomienda tomar tala acción, entonces
Gansey toma el papel de líder de nuevo, pero luce perdido. En la investigación,
cada vez aparecen más acertijos y a medida que se acercan a Glendower, Gansey
entiende que no quiere encontrarlo, que no le importa el deseo que le
concederá, porque Gansey no será el mismo Gansey si no está buscando al Rey
Cuervo. Sus amigos lo siguen buscando, pensando que ese es el verdadero deseo
de Gansey, excepto Noah. Incluso en las escenas más importantes del final, Gansey
no hace mucho, casi ni aparece, porque no le está poniendo empeño, porque teme
dejar de ser Gansey.
Ronan muestra una faceta mucho más amable y
se abre un poco más a sus amigos en “El tercer durmiente”, vemos como intenta
salvar a Blue en varias ocasiones, acepta que ahora es parte del grupo; al
igual que comienza a confiar más en Adam, hasta tal punto que es con él con
quien comparte sus secretos y sus verdades, y no con Gansey, porque siente que
Adam no lo juzgará y que Gansey sólo querrá cambiarlo. Ronan necesita un plan
para deshacerse de Greenmantle, y para eso necesita la ayuda de Adam y la de
Gris. Así que, a ojos de los demás personajes, desaparecer con frecuencia,
enfrascado en resolver sus problemas. Ahora sí puedo decir que Ronan comienza a
agradarme, porque, aunque no ha perdido la sonrisa filada y los comentarios
sarcásticos, demuestra sus miedos, y su cariño hacia sus amigos.
Adam está súper centrado en este libro con
respecto al anterior, antes estaba perdido, miedoso, sin saber muy bien que
hacer; pero el Adam de “El tercer durmiente” sabe que puede hacer lo que se
proponga, sabe que puede trabajar y salir adelante en Anglioby, que puede
salvar la Línea Ley y entender a Cabeswater, Adam por fin reconoce sus fuerzas
y nota que todas las muestras de apoyo de Gansey, invitándolo a vivir con él,
ofreciéndose a pagarle algo, no eran por compasión, sino por cariño, porque
quería demostrarle que estaba para él, que Adam podía decir “no puedo” y eso no
significaba que fuera débil o pobre, sólo significaba que necesitaba una mano.
Por esa razón, Adam comenzó a caerme mucho mejor también. Me gusta mucho que
esté cooperando con Ronan, Adam tiene unas ideas geniales, y se vuelve la
cabeza de la operación.
Noah se comporta de forma muy extraña en este
libro, tiene varios ataques, porque no quiere desaparecer, y a veces eso no
tiene solución, los demás no pueden hacer mucho; incluso usa la energía de
Blue, hasta tal punto que ella comienza a sentirse terriblemente mal y tiene
que levantar sus muros de energía para alejar a Noah. No me gusta que aparezca
cada vez menos, son contadas las escenas en las que Noah aparece, y ya no es
porque no haya energía en la Línea Ley, sino porque simplemente la autora no
quería que apareciera, las razones para no acompañar a sus amigos a las
expediciones o a cualquier lado son bastante tontas. No lo sé, no me gusta eso.
Sin embargo, las frases que Noah suelta sobre los demás y sobre el sentido de
la vida, me siguen llenando el corazón.
A Gris se le presentan muchos problemas
cuando Greenmantle decide ir a Henrietta para hacerle pagar su traición, y es
que a Gris no le importa que Greenmantle lo mate, sabe que no lo hará de todas
formas, pues no es su estilo, pero sabe que puede hacerle daño a la gente que
quiere: a Blue, a Maura, a los Chicos del cuervo y a las mujeres del 300 de Fox
Way. Me encanta como toda esta enorme familia se aceptó tan de prisa, sin
cuestionar a los demás, y es que si hay algo que me gusta de estos libros es
que no juzgan a los demás por su pasado o su forma de ser, se aceptan entre sí,
se quieren, se salvan. Leí por ahí un comentario sobre lo rápido que todos
aceptan a Gris, pero a mí eso no me pareció extraño, al contrario, me encantó,
porque es una de esas cosas que hace particular a estos libros: que no se andan
con vueltas. Si al final y al cabo el lector ya sabe que se harán amigos, no
veo por qué darle vueltas a este hecho, es como pensar que el lector es
estúpido. La relación de Blue con Gris me encanta, saben que no deben
comportarse como padre e hija, pero tienen algunas actitudes entre ellos que lo
parecen, me encantan. Por otro lado, Gris me encanta, es un hombre racional y
pasional al mismo tiempo, todo lo que hace lo hace por el cariño que le tiene a
esta gente, pero siempre desde la razón.
Maura, en este libro, personaliza una de las
cosas que menos me gusta de la saga: no da explicaciones. Maura se marcha sin
más, dejando detrás de ella un acertijo, y eso es lo que Maggie Stiefvater hace
con los lectores también: deja acertijos. No tengo mucho que decir sobre ella
porque aparece en el prólogo y en el final, excepto que me gustaría que
hablaran más sobre ella y estos extraordinarios poderes que posee.
Cala se pone los guantes de la responsabilidad
porque, al no estar Maura, alguien se tiene que hacer cargo de las situaciones,
y de Blue. Es en este libro donde se nota cuan importantes son en la vida de
Blue, Cala y Persephone, y a la inversa. Son una familia, después de todo, y en
el caso de faltar Maura, ellas deberán hacerse cargo de la chica, porque es lo
único que tiene. Ver esta faceta de Cala me gustó mucho, me demostró que no es
sólo un personaje sarcástico y burlón, sino que podía ser responsable, racional
y, además, vislumbré lo mucho que quiere a sus amigas, a su familia. Incluso
tiene algún que otro gesto de ternura, y ver eso en cala es inimaginable.
No entiendo muy bien a Persephone, y aunque
esa es la esencia del personaje, que ni siquiera los personajes la entiendan,
me está sacando un poco de los nervios, más que nada por el final. Entiendo que
está preocupada y quiere encontrar a Maura también, que intenta entrenar a Adam
para que sea un buen “mago”, pero no entiendo las razones de la mayoría de las
cosas que hace. Está bien que Maggie quiere generar intriga en el lector, pero
de ahí a que no explique absolutamente nada y te quedes cortado sin entender
qué es lo que pasó… me parece que eso no es lo que tendría que pasar.
Colin
Greenmantle es el villano de la historia, aunque mucho de villano no tiene. Llega
a Henrietta para hacer que Gris tema por la vida de sus seres queridos,
comienza a dar clases de Latín a los Chicos del cuervo y anda siempre vagando
de aquí para allá sin tener mucha idea de lo que tiene que hacer. La verdad es que,
a pesar de ser un hombre tan poderoso, es bastante cobarde, siempre espera que
los demás hagan las cosas por él, a pesar de que lo que busca está dentro de la
cueva, se rehúsa a entrar en la cueva por miedo y pereza y prefiere contratar a
otras personas para que lo hagan. En realidad, Colin me hizo bastante gracia,
por todo esto.
Piper es la esposa de Greenmantle, y tiene
los pantalones mejor puestos que él, a Piper no le importa tener que hacer las
cosas ella misma, al contrario, prefiere hacer las cosas ella misma. Una vez
que él no está, la verdadera villana es ella, porque Colin sólo busca mostrar
que es poderoso, pero no le interesa nada más, Piper no quiere demostrar nada,
ella quiere a Cabeswater, ella quiere al Grewaren, ella quiere al tercer
durmiente. Y eso la hace sumamente peligrosa. La personalidad de Piper me
pareció bastante fastidiosa, pero como personaje me gustó muchísimo, es
bastante original y, como dije, no tiene miedo de hacer las cosas por sí misma.
¡Hasta aquí la reseña! La saga cada vez me
gusta más y más, aunque me gustaría que en el cuarto libro se me aclaren un
poco las dudas, aunque no tengo muchas esperanzas.
Valentine.
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