Reseña:
“Torre del amanecer” de Sarah J. Maas.
Datos:
Título original: “Tower of Dawn”.
Año de publicación: 2017
Saga: Trono de cristal #6
Libro anterior: Imperio de tormentas
Siguiente libro: “Kingdom of Ash”.
Puntuación en Goodreads: dos estrellas y media.
Reseña número: #90.
Reseña: Después
de la batalla en el castillo de Rifthold, Chaol queda paralítico debido al
ataque del Valg. Es por esto que parte, junto al nuevo Capitán de la Guardia,
Nesryn, hacia el continente sur, Antica, para que los sanadores de la Torre
puedan ayudar a Chaol y para conseguir una alianza con el Kan que pueda
favorecerlos en la batalla contra Erawan.
Opinión
personal.
Desde que
supe que el libro no iba a seguir el hilo del quinto y de que iba a tratarse
cobre Chaol y Nesryn, no tuve muchas ganas de leerlo, porque precisamente esos
dos personajes me dan igual y me aburren. Obviamente tenía que hacerlo para
enterarme de lo que sucedía de cara al séptimo libro de la saga.
El libro me dio bastante igual, ni me
gustó ni no lo hizo. Hay muchos errores que le encontré y también varios
inconvenientes. Y tampoco es que agregue información relevante que no podría
aparecer en otro libro.
No
era necesario que Torre del amanecer
existiera. ¿Por qué? Bueno, por lo mismo que me parece que los dos primeros
libros podrían ser uno solo. Porque no aporta nada tan grande o revelador como
para que ocupe todo un libro. Bien se podría sintetizar un poco e intercalar
las escenas que transcurrían en el sur (Chaol y Nesryn) con las escenas que
transcurrían en el norte (Aelin y los demás); si no era con el libro anterior,
que hubiese estado bien y muy acertado, puesto que los dos libros transcurren
en el mismo tiempo (o sea, la acción de ambos continentes es paralela), también
pudo intercalarse con el próximo libro, o mitad y mitad. Digo esto porque en la
primera mitad del libro no pasa nada: vemos como la corte de Antica es muy
hostil y conocemos un poco de su cultura (pero tampoco tanto), Chaol y Nesryn
están en un tira y afloja en su relación, e Yrene comienza a sanar a Chaol. Y
ya está, no pasa mucho más. En la segunda parte, en la que ya los caminos de
Chaol y Nesryn se han separado, sí comienzan a suceder más cosas. Y aquí, es
cierto que había más acción en las escenas de Nesryn, pero me eran un suplicio
leerlas, porque el personaje es tan soso que me aburre leer todo lo que tiene
que ver con ella.
Es bueno conocer un nuevo continente,
salimos de la frescura de Adarlan, Terrasen y Morath, para ir a Antica, que es
sumamente calurosa. Me gusta que conozcamos una cultura nueva, con una nueva
forma de pensar y actuar porque aporta más a la historia. Sin embargo, no es
que sea una sociedad precisamente original, la he visto ya en muchos libros y
es algo que no me sorprende. Antica es lo que los países árabes son para el
Planeta Tierra. Personalmente, no es un paisaje que me llame la atención, más
bien me sofoca porque todo el tiempo se describe el calor y el sudor, y que me
aburre (una vez más) porque todo es desierto, arena y montaña.
Sobre la historia en general, ya dije
que la trama va bastante lenta todo el libro, no hay un solo momento en el que
dijera “no puedo soltar el libro porque está muy interesante”. Más bien se
mantiene en una línea y la gran revelación de la historia, es soltada sin más y
no causa impacto (también se veía venir desde los libros anteriores). Lo mismo
sucede con la historia de Falkan (un cambia formas de Adarlan, ejem) y con el
papel que Yrene tiene guardado, el cual se lo dio una joven en Adarlan con
dinero para que ella pueda viajar a Antica, y me reí mucho con esto porque es
bastante obvio quién es la muchacha desde el primer momento en que se habla
sobre el papel, y hacia el final se revela como que “oh, my god, es cosa del
destino, wow” y no.
Hay otra cosa que me molestó bastante y son los insta-love. Hay dos
insta-love ENORMES en el libro, cada uno de parte de Chaol y Nesryn. Yo puedo
entender que ellos se sientan atraídos hacia alguien y esos alguien se sientan
atraídos por ellos, pero en los pocos meses que estuvieron con esas personas
(que no fue todo el tiempo como noviazgo o relación, sino normal) no se
pudieron enamorar como para jurarse amor eterno y toda una vida juntos y no sé
qué… en la relación de Aelin y Rowan puede verse como va creciendo de a poco lo
que comenzó como una amistad, lealtad, a un cariño creciente para terminar
queriendo estar con esa persona por el resto de sus vidas; pero esto sucede a
lo largo de tres libros, no en unas páginas; es cierto que en la reseña de
heredera de fuego me quejé sobre lo rápido que iba la relación de Aelin y
Rowan, porque ellos pasan de odiarse a jurarse lealtad, pero, a medida que
pasaron los tres libros, vi cómo su relación se solidifica. En fin, no me gustó
para nada.
Sobre los personajes. Voy a nombrar a
algunos, pero no tengo gran cosa que desarrollar puesto que apenas los
conocemos.
Mi
problema con Chaol es que sólo me llegó a gustar en el segundo libro, en el
resto me pareció tremendo pesado y, como dice él, bastante inservible y siempre
metiendo la pata y culpando a Aelin de cosas que él tiene la culpa. En esto
libro no es diferente. Más de la mitad del libro está enojado por tener que
estar en una silla y no poder ser un hombre “completo”. Lo que menos me gusta
de Chaol es que es bastante agresivo cuando se enoja, queriendo lanzar palabras
contra quien sea para lastimar y así sentirse mejor consigo mismo. También es
bastante egoísta. Sí tiene una especie de evolución o crecimiento en el libro,
pero ya desde el inicio es obvio que lo tendrá y es bastante brusco.
Nesryn siempre fue un cero a la izquierda para mí. Sí, es una mujer muy
fuerte, lucha por lo que quiere y no se calla ante nadie, pero es bastante
insulsa y sosa. En el libro tiene mucha más acción que Chaol y es responsable
de muchas cosas importantes para la trama, pero al mismo tiempo está todo el
rato lloriqueando, diciendo que es mejor Antica que Adarlan (porque ella es
descendiente de una adarliana y una persona de Antica). A mí como personaje no
me aportó nada.
Yrene es la sanadora que comienza a sanar a Chaol (valga la redundancia).
Sí me parece que es una chica muy fuerte, que realmente luchó durante mucho
tiempo, no sólo contra la pena y el mundo duro que la rodeaba, sino para
alcanzar sus sueños y sus metas y ser lo que quiere ser. También, por todas las
cosas que suceden en la historia, principalmente hacia el final, me resulta muy
valiente, porque no se esconde detrás de Chaol mientras él pelea. Sin embargo,
este es un rasgo que todas las mujeres de la saga comparten. En cambio, y por
eso comencé con el “sí”, a mí me parece la típica mujer de literatura
Young-Adult con todas las características que mencioné: es fuerte, hermosa, la
próxima heredera de la Torre; el personaje en sí se me hizo muy cliché, y todo
lo que sucede entre ella y Chaol aún más, estaba visto desde el principio. Y a
veces me pongo a pensar que no es más que una excusa para que Chaol tenga una
pareja, por mucho que ella pueda aportar a la batalla (que lo podría hacer sin
ser pareja de Chaol, claro, y yo lo agradecería más).
Los hijos del Kan se me hicieron todos COMPLETAMENTE INSOPORTABLES. El
único de ellos con quien se podía hablar era Sartaq y por eso se me hizo más
llevadero, porque no estaba todo el rato soltando comentarios malévolos e irónicos.
Pero el personaje no es que fuera lo mejor del mundo tampoco, me dio un poquito
–bastante– igual
El único personaje que me aliviaba
dentro de todos estos pesados era Falkan, un cambiaformas, que, aunque no fue
de lo más importante y lo vemos bastante poco, más bien hacia el final, era
algo fresco para mí, no sé decir exactamente porqué.
En fin, es un libro que pudo haberse
ahorrado y que aportó dos o tres cosas a la historia como para ser tan largo.
Valentine.
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