jueves, 9 de agosto de 2018

Reseña: Heredera de fuego


Reseña:

“Heredera de fuego” de Sarah J. Maas.

Datos:
Título original: “Heir of Fire”.
Año de publicación: 2014
Saga: Trono de cristal #3
Libro anterior: Corona de medianoche
Siguiente libro: Reina de sombras
Puntuación en Goodreads: tres estrellas.
Reseña número: #86.

Reseña: Por órdenes del Rey, Celaena emprende un viaje a Wendlyn para asesinar a la familia real que reina allí, sin embargo, Celaena es convocada por la reina Maeve, reina de las Hadas, considerada una diosa y su… tía. Celaena hará un trato con Maeve: le demostrará sus poderes y esta le dirá dónde están las llaves del Wyrd para poder derrotar al rey de Adarlan. Sin embargo, el entrenamiento por parte del príncipe guerrero, Rowan, no sólo afectará sus capacidades físicas, sino que la sumirá en un viaje emocional en el que sólo puede ganar o perder.

Opinión personal:
            El libro me gustó bastante, al contrario que los otros dos. Lo curioso, es que veo que a la mayoría de los lectores amaron los dos primeros libros, que a mí me parecieron de regulares a malos (sobre todo el primero), y no les gusta tanto este. A mí parecer casi que ni se pueden comparar. No diré que de pronto amo la saga y a los personajes, pero me resultó muchísimo más entretenido y también más trabajado.

         Hay dos cosas que avanzan un montón con respecto a los dos anteriores: la historia y el ritmo. La historia es un poco más rebuscada, agrega elementos nuevos y puntos de vista que le aportan a la historia más jugo, más subtramas que son bastante interesantes y que se entrelazarán en el futuro. Las tramas y los diferentes sucesos, así como personajes, comienzan a entrelazarse entre sí y tiene más capas, no es simplemente: esto pasa y luego pasa esto. Hay más pensamiento detrás de todos estos elementos. Y esto me lleva a pensar que la autora comenzó la saga sin saber mucho sobre la misma y se puso a inventar las cosas en el camino: el primer libro parece la historia de una asesina mimada sin mucho más, con vestidos, príncipes y castillos, y unas gotitas de sangre; en el segundo hay un poco más de oscuridad, más sobre los personajes, sobre lo qué está sucediendo en el reino; y el tercero toma mayor alcance: hay un reino nuevo, personajes más sólidos, mejor ritmo. El ritmo es el justo, no es demasiado rápido, pero tampoco aburre con descripciones innecesarias, aunque sí me aburrían bastante las narraciones desde el punto de vista de Manon, un nuevo personaje, me parecían interesantes porque le daba más elementos a la obra, pero me aburría un montón leerlo.

         Me parece un poco extraño que esta saga vaya de hadas y la otra saga de la autora, Una corte de rosas y espinas también trate de hadas. Debe gustarle bastante el tema.

         Vayamos a los personajes, porque en este libro se suman unos personajes espectaculares.

       Celaena. Bien, Celeana y yo no somos las mejores amigas del mundo. Pero, a pesar de que al inicio está temerosa, se bloquea a sí misma, se encuentra perdida, comienza a tomar decisiones que me parecen las acertadas, no del tipo decisiones que las protagonistas tontas de las novelas juveniles toman, esas que te dan ganas de matarlas. No, decisiones que son las correctas para ella y para los objetivos que ella se plantea (acabar con el Rey, crecer, conseguir las llaves, liberar a los presos, cumplir sus promesas, y quererse y aceptarse por quien es). En mi opinión, Celaena toma mucha fuerza sobre sí misma, sí, siempre fue arrogante y supo sobre sus habilidades de asesina, pero ella es mucho más que eso, y en este libro descubre, a la vez que nosotros, todo el potencial que tiene siendo todas esas otras mujeres. A mí me resulta un gran logro, un gran crecimiento y una gran evolución, como personaje (por lo que era antes) y como persona. Me gusta que ella se haya perdonado por lo que pasó con Nehemia y Chaol. Me gusta que se abra con Rowan, que confíe en él y el resto. Y me gusta que no se rinda.
  

Dorian está un poco, bastante, pintado al óleo en este libro, o así me pareció. Ya en la entrega anterior estaba medio como personaje secundario o incluso terciario, averiguando por aquí y por allá el tema de su magia. En esta ocasión, solo, ya que Chaol no le cuenta absolutamente nada, toma su camino, pero no hace nada. Creo que ese es realmente el problema, todos los demás están luchando, por buenas o malas causas, pero luchando de todos modos, y él, el futuro Rey de Adarlan, se la pasa corriendo y haciendo de enamorado con Sorscha, una curandera. Me resulta gracioso que él piense que haber considerado que su vida no era nada sin Celaena es una estupidez. Sí, eso lo sabíamos todos, te enamoraste en unos días, pero es extraño y nada natural que él “descubra” esto de un momento para el otro, solo porque Sorscha aparece. Y es que a mí no me gusta la relación de estos dos, se enamoran con la misma rapidez que él lo hizo de Celaena, y sin conocerse de nada, simplemente se enamoran. Aparte, Sorscha me parece una mera excusa para los últimos acontecimientos del libro. No lo sé, Dorian es más una excusa en esta saga que un Príncipe. 

       
No sé de quién son estos dibujos (ya publiqué
algunos en la reseña anterior) pero son
asombrosos. 
 
Chaol está en un terrible dilema existencial: no sabe si irse con su padre, si continuar sirviendo al rey, si ama a Celaena, si quiere a Dorian, si apoyar a los rebeldes. Es el punto de quiebre del personaje, ese donde o cambia o se estanca, y nos tiene así todo el libro. Hasta las últimas páginas Chaol duda entre “cumplir su deber” y darse cuenta de que su Rey es un tirano. Chaol me despierta mucha empatía y mucho “aww” pero llega a ser un poco tedioso por su intensidad (intensidad de la mala). Está todo el rato llorando por Celaena y diciendo “yo ya no soy amigo de Dorian”. Bueno, está bien, no hace falta que se repita cada vez que el punto de vista salta al personaje. Mientras Celaena se me hace más interesante, Chaol se me hace más tedioso y aburrido.

       
 
Este es del mismo artista.
Rowan es un guerrero Hada de la corte de la Reina Maeve. Es bastante cliché. Por un lado, agilita mucho el libro porque es un personaje nuevo, interesante, que toma mucha fuerza en la historia, es decir, no es simplemente un personaje secundario que acompaña a Celaena y ya, no, se vuelve importante para ella y, por consiguiente, para la historia. Al menos en este libro. ¿Qué sucede con Rowan? Me cayó muy bien, pero, como dije, es un cliché. Es el tipo súper fuerte, el guerrero atormentado por lo que le sucedió en el pasado, que sigue ciegamente sus ideales (y a Maeve), pero que, en un punto de la historia, comienza a fijarse en Celaena y cambia y ahora es más tierno y bondadoso, y unos meses quiere dejar atrás todo aquello que conoce por una chica de dieciocho años que no conoce de nada. Me pareció poco creíble ese desarrollo de relación, si se hubiese desarrollado en dos o tres libros, como sucedió con la relación de Chaol y Celaena, todo bien. Pero ya hacia el final todo es bastante apresurado.



         Manon es una bruja Blackbeak. Las interacciones de Manon y todas las brujas me resultaron tremendamente interesantes, pero desarrolladas y narradas de una forma muy aburrida. Primero, Manon, así como el resto de las brujas Blackbeak, las Yellowlegs y las Blueblood, serán las nuevas jinetes de los Dragones que el Rey de Adarlan creó. A lo largo del libro, vemos como Manon lucha por ser la Líder del Ala (o vuelo, o flota, o lo que sea), o sea, quien guiará a las brujas en el vuelo y las misiones que tengan. Todo era bastante interesante, por primera vez tenemos una visión desde dentro de las filas de los enemigos/villanos, ya que hasta entonces los puntos de vista eran siempre de los rebeldes o “los buenos”. Pero la narración era súper aburrida, veía que el capítulo sobre Manon empezaba y ya me daban ganas de dejar el libro. No se hace llevadero en ningún momento.

        
Aedion un pansito de Dios, a lo Peeta Melark, pero con espada. Bueno, no. Aedion es parte de los rebeldes, además de el primo de Celaena. Antes de saber todo esto, Aedion es simplemente un general del Rey de Adarlan, por lo que en realidad es un doble agente. Me pasó lo mismo con Aedion que con Rowan, el personaje me cae super bien, me parece adorable, y al principio pensé “oh, sí, es un general joven, que trabaja con los rebeldes, que cool”, pero después no es tan así. A pesar de todo esto, Aedion no es más que otro niño de Terrasen que Adarlan dejó huérfano, solo y lleno de rencores. Igual que Celaena, que Ren, y que otros personajes que vendrán más adelante. El principal problema con Aedion es que pasa de ser todo esto a ser un personaje pesado, muy intenso todo el tiempo con “Aelin es mi reina, yo prometí protegerla” y “ay, extraño a Aelin y Terrasen” y se vuelve muy tedioso. Bueno, si tanto te molesta todo esto, seguí trabajando para conseguir venganza y que Terrasen resurja, sin embargo, básicamente deja que Chaol tome el control y vaga por la trama lloriqueando.

        
         Maeve es una de las reinas de las hadas, tía abuela de Celaena y Aedion, y “ama”, “señora” o como sea, de Rowan. Maeve es la prueba viviente de que los que tienen poder son malas personas, se les sube todo a la cabeza y no hay quienes lo bajen a tierra. Maeve solo aparece dos veces en el libro, pero está presente a lo largo del mismo, a través de todo lo que los personajes (otros que no son Celaena y Rowan) hablan sobre ella. Maeve es una elitista, quiere en su corte a las hadas de verdad, a los que son mitad hada no los quiere y no los acepta. A pesar de que es un personaje que se puede explotar mucho, me parece que su segunda aparición es muy forzada y precipitada, como si la autora dijera “voy a terminar ya este libro y pondré aquí estos argumentos porque plow tist” y ya, porque la historia de Maeve con los antepasados de Celaena y los antiguos reyes de Terrasen y Adarlan es muy precipitada, se cuenta muy por encima y llegó a entreverarme un poco.

         El rey de Adarlan es un personaje que, a pesar de que está presenta a partir del resto de los personajes todo el tiempo, no terminamos de conocerlo. Él es el malo malote que asesina a todos, subleva reinos y no atiende a los caprichos de su hijo. ¿Por qué? ¿Alguien puede decírmelo?

         De forma conclusiva, el libro me pareció un paso hacia una saga de fantasía mejor formulada, pero todavía no llega a convencerme del todo.

Valentine.

No hay comentarios:

Publicar un comentario