Reseña:
“Reina de sombras” de Sarah J. Maas.
Título original: “Queen of Shadows”.
Año de publicación: 2015
Saga: Trono de cristal #4
Libro anterior: Heredera de fuego
Siguiente libro: Imperio de tormentas
Puntuación en Goodreads: tres estrellas.
Reseña número: #87.
Reseña: Aelin vuelve a Adarlan para
recuperar el amuleto de su madre que, su antiguo amo, Arobynn Hamel, el rey de
los asesinos, robó cuando era niña; y acabar con el rey de Adarlan de una vez
por todas.
Mientras,
Dorian lucha por mantenerse vivo y siendo él mismo dentro de ese Príncipe Valg
al que su padre lo ha encadenado, los rebeldes tratan de mantener a los
habitantes de Adarlan a salvo y Manon se cuestiona el deber de obediencia que
tiene mientras sus brujas son utilizadas para dar vida a más príncipes Valg.
Opinión
personal:
Este
libro es lo que yo pensé que me encontraría en el primero: descubrimientos muy
épicos, personajes más consolidados, escenas que dices “wow” y que te quedas de
boca abierta y no paras de saltar en el lugar. Entiendo que en una saga no
metes todo en el primer libro, pero me refiero a la calidad de la obra. Recién
en el cuarto libro de Trono de Cristal puedo llegar a entender porque
algunos le llaman fantasía épica (porque hasta ahora era solo una saga de
fantasía juvenil más). Recién es en este libro que puedo entender que a alguien
le guste.
El
libro me gustó, me gustó de verdad, me la pasé emocionada con las nuevas cosas
que se descubrían, por el crecimiento de los personajes y esos momentos en los
que abrían los ojos y se encontraban una realidad diferente a la que
imaginaban. En parte me parece un poco tedioso que me guste la saga recién
desde el tercer libro porque si hubiese querido comprarla, no hubiese gastado
mi dinero en los dos primeros, ya que no salen baratos y no valen la pena
tampoco.
La
historia tiene muy pocos momentos calmos, siempre está sucediendo algo. Mi
mayor problema, sin embargo, es que Aelin (y el resto de los personajes) se
proponen cierta meta, por ejemplo: hay que acabar con el rey de Adarlán, pero
toda la preparación para eso lleva el libro entero y, en ocasiones, tengo la
sensación de que no sucede nada, de que estamos esperando algo que detonará al
final, pero en realidad sí suceden cosas. De hecho, no hay escenas en las que
“no suceda nada”, siempre todas las escenas están aportando su granito de arena
a la trama. Y va al ritmo justo, no se apresura y no va demasiado lento, se
toma sus momentos para presentar a los nuevos personajes como Elide, Nesryn,
Lyssandra y, al fin, Arobynn.
La
escritura está bien, hay algunas frases que me gustan bastante, sobre todas
aquellas que describen la rabia de los personajes. Son geniales y más que nada
en las mujeres, sobre todo por el Girl
Power.
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Manon, Lyssandra, Aelin y Elide |
Sobre
el Girl Power, debo decir que me
gusta que la autora les dé visibilidad a mujeres que, a pesar de que son diferentes
entre sí, todas tienen mucha fuerza en su espíritu, quieren salir adelante,
lograr su libertad (de cualquier tipo) y ser ellas mismas. Nehemia, Aelin,
Nesryn, Elide, Manon, Lyssandra, incluso Killian, las Trece, Sorscha (aunque no
me gustara mucho su personaje), son mujeres que intentan sobrevivir en un mundo
que sólo las quiere como adorno. Las mujeres que luchan, deben además luchar
por ser reconocidas como iguales dentro de un mundo de hombres. No son las
chicas sumisas que dejan que el varón las guíe, no, ellas solas pueden pelear y
abrirse camino para conseguir lo que quieren y lo que creen correcto. Se necesitan
muchas protagonistas femeninas así, principalmente en la literatura que va
dirigida a los jóvenes.
El
mundo de Trono de Cristal se expande
con cada libro, en el anterior nos demostraron que había otros continentes, no
sólo otras naciones y otras razas. Y, aunque en este no es que se explore un
lugar completamente nuevo, sí sabemos más de la historia de los reinos y cómo
está formada la propia capital de Adarlan que antes apenas se nombraba.
La
acción y la magia me gustaron mucho en este libro. Y ese final. Dios, Dorian es
una potencia que yo no veía venir, nada del final lo veía venir, en realidad. Y
Lyssandra es increíble. Simplemente, me gusta mucho como esta señora describe
las escenas de acción, sientes toda la tensión y la urgencia, y las ganas de
estar luchando allí, con ellos. Descripciones así me dan ganas de leer mucha
fantasía.
Por
fin, vamos con los personajes.
Aelin
es una badass en este libro (aviso para los que no sepan, que Celaena y Aelin
son la misma persona). Tiene muchísima fuerza propia, es una chica que acaba de
atravesar su infierno personal, del que no podía salir, lleno de culpas,
remordimientos, odios, venganzas, y tomó todo esto y lo enfocó en llevar a cabo
sus planes. Está lista para hacer todo lo que debe hacer y lo hace sola.
Incluso aunque Aedion y Rowan todo el tiempo le piden que cuente con ellos dos,
Aelin prefiere hacer las cosas sola, esto, al contrario de parecerme arrogante,
me gusta, nos demuestra la capacidad de ingenio y de crear estrategias y planes
de nuestra protagonista. He escuchado opiniones que dicen que ya no le gusta
esta protagonista, que preferían a la de los dos libros anteriores y no lo
entiendo, porque Aelin es algo nuevo, poderoso, fresco, y Celaena es igual a
muchísimas protagonistas que ya habíamos visto. No es que Aelin deje de ser
Celaena, pero estamos ante una mujer valiente (lo contrario a Celaena), que
está segura de lo que quiere hacer (al contrario de Celaena), y que toma las
riendas de su vida y su reino (al contrario de Celaena). No sé, Aelin me gustó
mucho.
Dorian
pasa por bastante en este libro. Su cuerpo está a manos del Príncipe Valg que
ahora está dentro de él, quien lo obliga a ver torturas, creo que incluso a
practicarlas, a decir cosas horrendas a las personas que lo aman y a
comportarse como un verdadero demonio. Mientras, el verdadero Dorian navega sin
recordar su nombre o el de sus amigos, sólo recuerda aquella que fue su amada,
Sorscha, pero tampoco recuerda su nombre, sino lo que sucedió con ella. Nos
damos cuenta, por fin, de la verdadera fuerza de Dorian, de aquella fuerza
inquebrantable que no permite que el Príncipe Valg lo domine por completo, esa
fuerza que le brinda un escaso momento para ser él mismo y hablar con Manon y casi
rogarle que lo mate, la fuerza que, al creer a su mejor amigo muerto, hace que
se desprenda por completo del Príncipe. Y la batalla final a manos de Dorian y
Aelin es épica, aunque no sabemos cuánto es su poder hasta que Rowan dice que
es una fuerza tan grande que pudo consumir a Aelin. Dorian me dejó con la boca
abierta.




Elide es un personaje que, al inicio del libro, me resultaba un poco
insoportable porque no entendía por qué me podría interesar a mí su historia,
aparte era un poco como los personajes femeninos que a mí no me suelen gustar
(intento ser fuerte, valiente, y nosequé, y no lo soy), hasta que comencé a
descubrir (y ella también) su lugar en la historia. Se nota que, a pesar todo
lo que le ha sucedido y lo que quieren hacer con ella, tiene coraje para pedir
ayuda a un montón de brujas come humanos e idear un plan para escapar y
salvarse. Elide no será una de mis favoritas, pero hacia el final sí me gustó.
Lyssandra fue asombrosa. Al principio dije “otra pesada”, después “otra
Nehemia”, y después “omaigá”. En parte sí es otra Nehemia, toma el lugar de
Nehemia y la propia Aelin lo afirma: que no puede dejar que Lyssandra muera o
que le pase algo, porque su pérdida sería igual que la pérdida de Nehemia. Sin
embargo, tiene mucha fuerza por sí misma. Es muy valiente, lo que hace por
Evangeline, su protegida, a la que iban a prostituir como a ella. Olvidé
mencionar que Lyssandra es una prostituta, de la alta sociedad, pero prostituta
igual, pero básicamente porque la han obligado; todos estos años, los mismos
que Aelin casi, ha sido obligada a vender su cuerpo para pagar “la deuda” que
tiene con Clarissa (la mujer que la obliga a prostituirse) porque esta la salvó
de las calles, lo mismo que Aelin con Arobynn, excepto que este la obligó a
matar. Aelin la ayuda mucho a empoderarse, a aceptar toda esa magia que hay
dentro de ella y no temerle, a levantarse y luchar. Es una amistad muy bonita y
Lyssandra es fenomenal.


Arobynn
es el ser más asqueroso que vi en mi vida. Sí, el rey es un genocida, un
asesino, pero lo reconoce, en cambio Arobynn es la víbora más arrastrada de
todas. Hace cosas demasiado embusteras. Es el rey de los asesinos, exactamente
por su facilidad para decir palabras bonitas, pero completamente vacías y
escurrirse por ahí. Siempre anda traicionando a TODO el mundo. Lo odio.
Sobre
el Rey… Dios, ahora sí entiendo todo y me voló la cabeza.
De
forma conclusiva, el libro sí me gustó, es muy entretenido, los personajes
femeninos son geniales (los masculinos también, pero… you know). La saga no se
convertirá en una de mis favoritas, porque recién es este libro el que me gusta;
el anterior sí me gustó, pero hasta ahí nomás, es este el que me dejó
encantada.
Valentine.
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