jueves, 30 de agosto de 2018

Reseña: El sobrino del mago


“Las crónicas de Narnia: el sobrino del mago” de C. S. Lewis.
Datos:
Título original: “The Magician’s Nephew”.
Año de publicación: 1955
Saga: Las crónicas de Narnia #1
Puntuación en Goodreads: cinco estrellas.
Reseña número: #92.

         Como con la saga de Harry Potter, he decidido realizar una relectura de Las crónicas de Narnia, y estas son mis impresiones de esta relectura.

Reseña: Debido a que su padre se encuentra en la India y su madre está muy enferma, Digory vive en la casa de sus tíos. Junto a su casa vive una niña llamada Polly de la que se hace muy amigo y, juntos, recorriendo las casas del vecindario, entran en el estudio del extravagante tío Andrew. A partir de engaños, el tío logra enviar a Polly a otro mundo a través de un anillo amarillo. Digory sigue a Polly a este otro mundo para salvarla, utilizando un anillo amarillo y llevándose dos anillos verdes, que Andrew asegura que los traerá de vuelta.
         Pero en su aventura conocen a una malvada bruja que pondrá todo Londres y la casa de Digory patas para arriba.

Charn
         Opinión.
       
        Narnia siempre fue un mundo que me encantó, principalmente por las películas. Es cierto que no me marcaron tanto como Harry Potter en la infancia, pero sí me interesaban un montón. Quise leer los libros cuando era niña, pero en ese momento toda la carga católica que llega a tener la saga, me asustó, no me gustó, entonces decidí no leerla, hasta hace unos años. Y cuando lo lees puedes encontrar las alusiones al catolicismo, o no, es según como vos lo quieras. Puedes hacer la trasposición o no.
         La relectura de este primer libro fue muy rápida, porque el libro es muy corto y se lee en unas horas, además está plagado de acción y momentos muy interesantes, por lo que las páginas pasan sin que te des cuenta. En la edición que yo tengo la letra es súper grande y tiene ilustraciones, así que las páginas pasaban mucho más rápidas aún.

Narnia; Alado, Polly y Digory
La trama no flaquea en ningún momento. Y, aunque sea un cuento para niños (aunque no sé que tipo de cuentos les leían los ingleses a sus hijos, sólo veamos Harry Potter o el Hobbit), entretiene lo mismo que a cualquier otra persona que no sea un niño. Como en otras historias de Lewis, comienza presentando a los personajes y su situación, pero no tarda ni un capítulo en comenzar con la historia. No se va por las ramas y siempre se concentra en lo que está sucediendo, es decir, no tiene relleno. A mí la trama me parece de lo más interesante porque comprendemos cómo funciona Narnia. En realidad, al leerlo como primer libro, ya tenemos una explicación del resto, pero también hay que tener en cuenta que si se lee por el orden de publicación (como cuando Lewis lo publicó) El sobrino del mago es el sexto libro en la saga, por lo que tendríamos toda la explicación hacia el final. Además, también conocemos más acerca de Jadis, la Bruja Blanca, que tantos dolores de cabeza dio en la saga.

La fundación de Narnia
La forma de escribir de C. S. Lewis me encanta. Es algo que, en parte, me recuerda a la escritura de Peter Pan, pero que también, pienso yo, era algo habitual para los cuentos de niños de la época. Diana Wynne Jones tiene un estilo similar, aunque nunca hay que olvidar que ella es seguidora de las obras de Lewis y también de Tolkien. Así, el narrador siempre está contando las aventuras de una forma muy amena, dando su opinión y diciendo cosas como “yo creo que” o “yo haría tal cosa”, con lo que también pasa a ser parte de la historia y no un simple narrador. Me gusta mucho cuando repite algunas frases; en este caso, Polly, cada vez que hay que tomar una decisión, le dice a Digory “Si tú te animas yo me animo”, y, aunque no sea la voz del narrador, ese juego que hace Lewis me gusta. La escritura es muy ligera y no se pierde en demasiados detalles, sí, pudo narrar con detallismo todas las montañas de Narnia, o el nuevo mundo de Charm, o la ropa de alguien, pero sólo da ciertos aspectos de todas estas cosas que los lectores necesitan y que, en caso de ser necesario, pueden cubrir con su imaginación.

La coronación de los primeros reyes
El mundo de Narnia es uno de mis favoritos. Sin duda lo que siempre quise es ir a Narnia, incluso más que a Hogwarts. A mí me parece algo idílico, un mundo lleno de criaturas y bestias parlantes, con paisajes estupendos que no tienen nada que ver con la “civilización”. Como dije, en este libro se sientan las bases de cómo se llega a Narnia y su forma de funcionar; y también vemos a Narnia nacer, así que con este libro empieza todo. Ya no es Narnia una tierra antigua de la que no sabemos mucho, no, es una tierra que vemos crecer, de la que somos parte.

Hay algunos personajes que me dan un poco igual, pero otros que se me meten hondo en el corazón, como los protagonistas.

En el caso de Digory, es una gran nostalgia leerlo todo el rato, ya que sabemos que se convertirá en el profesor Kirkle y es un gran guiño con la propia saga después (o ahora, si has visto las películas o leído primero El león, la bruja y el ropero. Es un niño bastante curioso, lo que lo lleva a meterse en muchos problemas, pero muy sensato y que sabe que está bien y que es lo que está mal, lo que lo ayuda no solo a pedir disculpas, sino a salir de algunas situaciones que lo pueden tentar.

Polly y Digory
Polly me encanta. Es una niña muy sensata y que sigue mucho a sus instintos, casi siempre que está a punto de suceder algo malo o algo bueno, lo mejor es confiar en el instinto de Polly. También es una chica muy valiente, que no duda nunca en cumplir las misiones de Aslan o en hacer lo correcto, y, por otro lado, es muy comprensiva: entiende la situación de Digory con su madre enferma e intenta ayudar, entiende lo que Aslan les está pidiendo. Es muy genial.

Aslan es Aslan. Es cierto que muchas veces me parece un poco duro o, incluso, impaciente, pero supongo que es por su propia naturaleza, al fin y al cabo, todo lo que hace es por el bien de Narnia y sus habitantes. Además, muchísimas veces es muy bondadoso y, como Polly, comprende las situaciones de todos aquellos que lo rodean. ¿Quién no quisiera ser amigo de Aslan? También es muy sabio e intenta, a partir de su sabiduría, iluminar a los demás.
Leyendo “Los héroes de Sasún” (épica armenia) encontré el nombre de Aslán en “La cuarta rama: Davit”; con lo que me cierra más cuando dicen que Lewis está muy influenciado por las historias nórdicas, irlandesas, etc.

Polly, Digory y Jadis
Andrew es un hombre muy cruel, pero también patético. Con tal de realizar su magia, que nunca queda claro si la posee en realidad o no (yo pienso que no), utiliza muchos animales, pero también a un par de niños, sin importarle si estos vuelven a la Tierra o si, por lo contrario, se quedan en este otro mundo, sin saber si están muertos. Por supuesto, todo lo que le sucede después lo tiene merecido, por andar jugando con cosas que no comprende y por ser, a pesar de ser un mago, tan cerrado de mente.


Jadis es una bruja y es malvada, una verdadera tirana, como pocas se han visto. Pero, a mí me fascina. Siempre le ha rodeado cierto halo de misterio, aunque en este libro ese halo no existe o se intenta disminuir. Lo cierto es que Jadis impone, uno realmente llega a creerse que es una reina, que es glamurosa y poderosa, más allá de que sabes que es mala. Su historia y participación en El sobrino del mago me parece espectacular y muy acertada para darle comienzo al villano más grande de Las crónicas de Narnia.

         Hasta entonces la saga me gustaba, pero no marcó tanto mi vida como Harry Potter o Cazadores de sombras. Sin embargo, creo que con esta relectura las cosas van a cambiar.

Valentine.

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