Reseña:
“Las crónicas de Narnia: la silla de plata” de C. S. Lewis.
Datos:
Título original: “The Silver Chair”.
Año de publicación: 1953
Saga: Las crónicas de Narnia #6
Siguiente libro: “La última batalla”.
Libro anterior: La silla de plata
Puntuación en Goodreads: cinco estrellas.
Reseña
número: #97.
Es
el sexto libro en el orden cronológico de la saga, pero el quinto
en publicarse.
Esta
es mi relectura de Las crónicas de
Narnia.
Reseña:
Jill
y Eustance se encuentran en la parte trasera del gimnasio de su escuela cuando
son llevados a Narnia a través de la magia, apara cumplir una misión: encontrar
y coronar al príncipe Rillian, el hijo de Caspian X, que ha desaparecido hace
mucho tiempo. Para eso, deberán seguir cuatro señales bien claras que Aslan les
provee y viajar por las Tierras salvajes del norte, evadir a los gigantes y
adentrarse en el fondo de la tierra, siempre acompañados de un pesimista, pero
simpático, Meneo de la Marisma.
Opinión.
Recordaba este libro como uno de
los que más me había gustado, aunque no recordaba porqué. Sigo sin recordar
porqué me gusta tanto, no tiene nada fuera de lo normal en la saga de Narnia.
Pero me gusta mucho.
La trama es bastante sencilla,
pero se ve sazonada por las señales e
indicaciones que Aslan le da a Jill. Ya desde el inicio, la niña se da cuenta
de que las cosas no están saliendo como deberían (o como Aslan lo planeaba) y
sus indicaciones se disuelven en la nada una a una, porque los niños son bastante
despistados y demoran en reconocer las señales una vez que las tienen enfrente.
Sin embargo, es un libro muy entretenido porque, sí, es otro viaje dentro del
mundo de Narnia (que sorpresa), pero estos libros siempre son entretenidos
porque se nos presentan en parajes diferentes con protagonistas diferentes; lo
que hace que no sea un simple viaje, sino un conocimiento del mundo y de los
niños y el meneo de la marisma. Lo más importante de este libro es que nunca
hay un momento de calma, o si lo hay es mínimo, siempre está sucediendo algo y
siempre están en peligro. Lo único que no me convenció es el final de la
villana, fue muy apresurado y simple para todo lo que fue el libro y para la
gran batalla que pudo otorgarnos; sin embargo, entiendo que quizá este no es,
en sí, el fin del texto y sí encontrar a Rilian, la amistad de Charcosombrío,
Eustance y Jill y conocer nuevos lugares.
Sobre la forma de escribir de
Lewis, me voy a repetir diciendo que me encanta. Es una escritura muy fresca,
muy llevadera y muy personal, porque el narrador constantemente nos hace ver
que es alguien (aunque no sepamos
quien) y no una simple voz contando los hechos. Además, las cosas bellas las
hace bellas y no se demora en banalidades.
Me gusta mucho el tema de la
amistad en este libro. En toda la saga hay amistad y nuevos personajes que se
unen a nuestro plantel. Pero en este caso, partimos de dos personas que no se
llevan bien (no es que se lleven mal, pero no bien), que discuten e, incluso,
se llaman por sus apellidos y no por sus nombres de pila. Hablo, claramente, de
Eustance y Jill. Sin embargo, a medida que el libro avanza y que conocen y se
acercan (anímicamente) a Charcosombrío, Eustance y Jill acortan las distancias
y se vuelven más narnianos y amigos, compañeros de aventuras.
También me parece genial la
intercomunicación entre libros. No hablo de los Pevensi porque eso ya es algo
obvio, sino cuando mencionan a Corin o Cor, príncipes de Archerland de hace
mucho tiempo que aparecieron en El
caballo y el muchacho, aunque cuando se publicaron los libros, ese le sigue
a La silla de plata.
Los lugares inhóspitos suelen ser
mis favoritos en las historias, y este lo era. Lo pasé muy bien viajando junto
al trío por la marisma y las llanuras con vientos insoportables, incluso bajo
tierra, aunque admito que sentía cierto ahogo al saber que estaban todo el
tiempo con vista a una capa de piedra o tierra en lugar de cielo (y de que no
les era fácil volver). Como a Rilian, me hubiese gustado descender al país de
las profundidades, pero Lewis no lo quiso así.
Jill me pareció una chica
fenomenal, es muy centrada y sabe lo que vale, no deja que nadie la haga sentir
menos y nunca se siente mal porque
los demás sepan luchar y ella no mucho, porque sabe que vale de otras formas.
Es cierto que a veces se le olvidan las indicaciones de Aslan y que esto es, en
parte, su culpa, pero no olvida que tiene un objetivo y que debe cumplirlo. Me
gusta que sea sumamente comprensiva y que sea tan práctica, que sepa liderar al
resto (porque al final y al cabo es lo que hace). Es cierto que al principio
está temerosa de Aslan y escéptica en cuanto a Narnia, pero luego eso cambia.
Creo que es al único humano de nuestro mundo que se encuentra tan escéptica,
porque incluso Edmund aceptó enseguida a Narnia. Y está muy bueno, porque no
puede ser que todos lo creyeran tan a la primera; es cierto que Eustance era re
pesado pero entendía que lo que sucedía era real, en cambio, Jill pensaba que
todo era una especie de sueño al principio.
Me encanta ver lo mucho que ha
cambiado Eustance. Aunque en el libro anterior era tremendo pesado, en La silla de plata es un amor, es muy
dulce con todos los narnianos e incluso con Jill, intentando ayudarla desde las
primeras líneas y no fanfarronear por estar antes en Narnia que ella (el viejo
Eustance lo hubiera hecho). También a él le queda claro que las órdenes de
Aslan son ley; a pesar de no saberse bien las indicaciones, no duda en seguir a
Jill a ninguna parte. Como Ed, Eustance es un personaje que comienza siendo
“malo” pero que, una vez que cambia (aunque algunos aspectos de su vieja
personalidad no lo hacen) me roba el corazón.
Charchosombrío es un personaje
que me hizo destornillarme de la risa por todo su pesimismo. Siempre está
esperando lo peor de todo, a niveles extremos. Siempre se tira a sí mismo abajo
y a todo el resto, pero resulta graciosísimo esperar a ver con qué cosa te
saldrá en las diferentes ocasiones. También es el referente adulto de los otros
dos y se nota en muchas ocasiones, aunque en otras parece también un niño
asustado (más que nada por su pesimismo). A su vez, en un narniano muy noble y
muy leal a Aslan y Caspian X (que es la razón por la que se unió al viaje).
Aslan luce cansado en los últimos
libros. Su cansancio ha ido creciendo y creciendo a medida que avanza la saga.
Me gustó ver ese Aslan severo con Jill al principio, mostrándose ante ella,
aunque esta tenga miedo, y viendo por le bien de Narnia otra vez. Aslan me
encanta y su mezcla de severidad y dulzura me parecen muy apropiadas, como un
padre (o madre) deberían ser.
Rilian enamora. Y fin. Es un
derroche de encanto, de un encanto que no había tenido ninguno otro. Y sí,
quizá tenga que ver con que es hijo de una estrella. Pero quizá no. Y se nota
la madera de rey que tiene y lo bien que gobernará Narnia, además, es muy
devoto a sus padres y a Aslan, y muy tierno y justo con todas las criaturas
narnianas, lo que lo hace ideal para gobernar una tierra así. Rilian es lo que
le faltaba a Narnia: un príncipe encantador (además de las cualidades que otros
reyes tenían).
El libro me gusta mucho y también
explica muchas dudas que me quedaban de otros libros.
Valentine.
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