sábado, 22 de septiembre de 2018

Reseña: La travesía del Viajero del Alba


Reseña:
“Las crónicas de Narnia: la travesía del Viajero del Alba” de C. S. Lewis.
Datos:
Título original: “The Voyage of the Dawn Treader”.
Año de publicación: 1951
Saga: Las crónicas de Narnia #5
Siguiente libro: La silla de plata
Libro anterior: El príncipe Caspian
Puntuación en Goodreads: cinco estrellas.
Reseña número: #96.

         Es el quinto libro en el orden cronológico de la saga, pero el cuarto en publicarse.
         Esta es mi relectura de Las crónicas de Narnia. Las imágenes las escaneé yo.

Reseña: Tras un nuevo año lejos de Narnia, Lucy y Edmund vuelven a ella por medio de un cuadro olvidado en la casa de su tía Alberta, pero con ellos llevan a su insufrible y nada imaginativo primo Eustance. Caspian X los espera a bordo del Viajero del Alba, al igual que Reepicheep y muchos otros narnianos, que se embarcaron para encontrar a los siete lores que Miraz envió al mar para que desaparecieran y no interfirieran en sus planes. Sin embargo, muchas paradas deberán hacer y muchas aventuras correrán en el camino que los llevará directo al Fin del Mundo y, quizá, al país de Aslan.

Opinión.
         La primera vez que leí La travesía del Viajero del Alba me encantó. Ahora no fue diferente, pero sí es cierto que tenía tantas ganas de llegar al final, porque es la parte más emocionante, que quería que el resto pase un poco más deprisa. Conclusión: me boicotee la propia lectura. Me encanta igual, pero pensé que me iba a encantar mucho más.

         La trama del libro pasa sin que uno se dé cuenta. Desde los primeros capítulos Capian nos dice que quiere buscar los lores. Muchas veces nos detenemos en el camino a lo desconocido y el Fin del Mundo, y podríamos pensar que eso sólo está retrasando la verdadera misión, pero no es así. A medida que avanzamos, nos vamos encontrando con muchos personajes y muchas historias que llevan adelante a la trama y, cuando queremos acordar, ya tenemos la información que necesitamos y lo único que nos queda es seguir embarcados hasta el final. La trama no pierde su hilo central a pesar de todas las veces que los narnianos se detienen.

         En cada libro de Narnia vamos ampliando el mundo. En El sobrino del mago, conocemos el origen de Narnia; en El león, la bruja y el ropero, conocemos a una Narnia más desarrollada y presa de un invierno eterno; en El caballo y el muchacho, nos ubicamos en Carlomen y Archenland; en El Prince Caspian, volvemos a Narnia, pero es una Narnia avanzada un milenio que es muy diferente a las Narnias anteriores; y en este libro, conocemos las famosas Islas Solitarias y muchas islas más que ni siquiera estaban en el mapa. A modo de adelanto, diré que, en La silla de plata, conocemos las Tierras salvajes del Norte, el país de los gigantes, y el Mundo Inferior, así como los pantanos y marismas. El mundo de C. S. Lewis se va ampliando y ampliando. Poniendo atención al orden de lectura y al orden de publicación, me di cuenta de que Lewis muchísimas veces nombra los nuevos países o lugares en libros anteriores (en orden de publicación más que en orden cronológico) a los libros donde, en efecto, se ubican las historias; por ejemplo, ya en La silla de plata o La travesía del Viajero del Alba se habla de Corin y Cor de El caballo y el muchacho; a pesar de que en orden cronológico este libro esta primero que los dos nombrados, en orden de publicación está después. Es un dato interesante saber que Lewis ya tenía todo planeado con antelación.

         Como siempre, el estilo y la escritura de Lewis me fascinan. El narrador está inmerso en la historia y ¡cuanta fue mi alegría! cuando leí:

“ – Nos partió el corazón.
- ¿Por qué? – pregunté yo - ¿Tan triste era?
- ¡¡Triste!! No – intervino Lucy”.

Ese yo es el del narrador. Nunca se nos rebela quién es, pero sabemos que es un inglés, porque él mismo lo dice, y da opiniones sobre cosas de niños como “en mi época en la escuela hacíamos tal cosa” o “al menos cuando yo era niño se decía de esta forma” y me encanta.

         Lucy, en este libro, es, como siempre, radiante y maravillosa. Sin embargo, sí pude notar cierta madurez con respecto al primer libro en el que aparece, El león, la bruja y el ropero, porque, en nuestro mundo, han pasado dos años y Lucy ha aprendido mucho sobre Narnia en ese tiempo. En especial, me gustaría comentar que toda la trama que envuelve a Lucy en la película me gusta más que en el libro; en este último, hay un hechizo que te hace ver bonita y Lucy se ve a ella misma, pero “más bonita” y piensa que ahora Susan no será la más guapa de la familia. Bien, está bien, pero no va más allá de eso. Sin embargo, en la película Lucy está entrando en la edad de las inseguridades y al verse “más bonita” en realidad ve a Susan, porque, en el fondo, considera que su hermana es más bonita que ella y querría ser cómo Susan. Me gusta más porque le da otra profundidad al personaje y a la relación con su hermana, que el libro descarta porque, en realidad, se centra más en las aventuras.

         Edmund es siempre el sarcástico, pero, al mismo tiempo, soñador Edmund que me llena el alma. Me encanta ver al personaje crecer y crecer desde aquel niño que odiaba a todo el mundo, al rey justo y comprensivo, pero sin olvidar nunca su humor mordaz. Con Ed pasa algo parecido que con Lucy; en el libro, discute con Caspian porque, ahora que no está Peter, sigue habiendo alguien “por encima” de Edmund, lo que conllevaría cierta envidia a la posición de Peter así como Lucy siente cierta envidia hacia la belleza de Susan; en el libro esa discusión se abandona rápido y no se vuelve a mencionar, pero en la película tiene mucho más peso y no es fruto de un hechizo simplemente, sino una verdad que Edmund siente. Me gusta que estas inseguridades y dilemas estén porque, como dije, aporta profundidad y no sólo una aventura con los mismos personajes de siempre. Nunca se dicen las edades exactas de los niños, pero suponemos (principalmente por las películas) que, tanto Ed como Lucy, están entrando en la adolescencia, y es normal que dudas así surjan; no creo que sea malo que ellos sientan estas cosas porque, como dije, es normal y porque ninguno de los dos dejaría de querer y apoyar a sus hermanos por eso y porque, en la película, logran superarlo.

         Caspian toma un papel mucho más protagónico que en El príncipe Caspian, del cual me quejé que quedara en un costado mientras los demás se lucían. Es un verdadero líder, que se preocupa de reinar de forma justa y que, a pesar del cariño por su tripulación, no duda en alzar la voz para poner orden. Es un gran ejemplo lo ocurrido con el mercado de esclavos en Las islas solitarias. El dilema que hay en torno al Fin del Mundo, con él queriendo ir y el resto diciéndole que no puede porque tiene una obligación para con Narnia y sus habitantes, me parece muy acertado y me gusta, porque demuestran a un Caspian más humano, que se debate entre el querer y el deber, lo que forma a un personaje más redondo.

     Eustance es insoportable al inicio, por supuesto, pero, después de su pequeña aventura, comienza a comprender lo ciego y tonto que estaba siendo, y lo mucho que se había perdido. Es un personaje que termina gustando mucho y con el cual me encariñé; al parecer me gustan los personajes que comienzan siendo “malos” y que se redimen después (me refiero a Edmund, claro). Volviendo con el tema de la película, me gustaría que, como en esta, la aventura de Eustance dure más, en el libro es unas pocas páginas y en la película la mayoría de la aventura, lo que aporta más.
  

         Reepicheep es muy admirable en ocasiones y muy insoportables en otras, y hasta sus compañeros se lo dicen. Lo bueno es que, gracias a él, logramos tener varias aventuras nuevas y muchos diálogos sobre el honor y cosas de caballeros narnianos. Me gusta que se mantenga fiel a sí mismo y que, a pesar de que los demás no puedan llegar al Fin del Mundo, o a donde sea, Reepicheep continúe adelante porque es su sueño.

         La tripulación del Viajero del Alba es extraña. Lo digo porque, la mayor parte del libro, se nos habla de una tripulación valiente, comprensible, muy honrada, entre otras cosas. Es decir, una tripulación ideal para la misión. Sin embargo, cuando las cosas se caldean y el Fin del Mundo se acerca, se nos rebela que hay muchos miedosos, poco honrados hombres que se burlan del resto y el lector ya no sabe cómo son en realidad.

         En fin, el libro me gusta mucho y sus personajes me fascinan, sobre todo porque ya estoy familiarizado con ellos y es lindo volverlos a ver.
Valentine.

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