Reseña:
“Hija de humo y hueso” de Laini Taylor.
Título original: “Daughter of Smoke & Bone”.
Año de publicación: 2011
Saga: Hija de humo y hueso #1
Siguiente libro: Noche de pastel y marionetas (es
una historia corta).
Puntuación en Goodreads: cinco estrellas.
Reseña
número: #99.
Relectura
de Hija de humo y hueso.
Reseña: Korou
divide su tiempo entre dos vidas: la vida de la chica de Praga que estudia
arte, intenta quitarse de encima a su ex novio y pasar tiempo con su mejor
amiga; y la vida que tiene con las quimeras que la criaron, para quienes recoge
dientes de traficantes a cambio de deseos. Pero toda su vida se pone patas para
arriba cuando los serafines llegan al mundo de los humanos para cerrar los
portales que la llevan hacia Brimstone, Issa, Yanri y Twigga. Y ella queda
sola.
Opinión.
La relectura me encantó. El libro
no es muy largo, pero me leí el ochenta por ciento en un día y el resto en la
tarde siguiente. Lo amé una vez más. Al contrario de los otros dos libros de la
saga, que los compré en una librería, este lo compré usado. ¿Por qué? Desde que
leí los libros en pdf por primera vez, hace alrededor de cuatro años o más (no
estoy segura) los busqué como loca para encontrarlos en Uruguay, pero no
estaban. EN NINGÚN LADO. Hay un grupo de Facebook donde se venden o
intercambian libros, por lo general usados, donde yo siempre preguntaba si lo
tenían; un día, una chica lo tenía y lo vendía a un precio bastante barato. Mi
única posibilidad de comprar los libros era salir del país o comprarlo usado y,
de todas formas, el libro está impecable. Y entonces este año, cuando por total
casualidad, vi en una librería que había un montón de ediciones de los libros,
me compré los otros dos sin pensarlo. No quería esperar porque mi miedo era que
se agotaran y quedarme sin ellos (cuatro meses después no se han agotado, pero
por las dudas), lo que sería el colmo.
Después
de tanto tiempo, los libros me gustaron lo mismo, o más. Tenía miedo de que no
me gustaran, sobre todo el segundo, porque en el último tiempo he escuchado o
leído demasiadas reseñas negativas, que se quejan que el libro va lento o por
el instalove. Pero eso no pasó, me gustó muchísimo y no quería que el libro
acabara. Necesito más de estos personajes y del mundo que creó Laini Taylor.
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Karou y Brimstone |
La
forma de escribir y narrar de Laini Taylor me gusta mucho. No es un narrador
monolítico y aburrido, siempre está aportando sarcasmos, escenas divertidas o
dolor. Lo que no me gusta es que el narrador sea omnisciente. Hay escenas donde
se dicen cosas como “pero Karou no imaginaría lo que vendría después” o cosas
así, que ya predisponen al lector a que algo malo va a pasar y entonces, quizá,
lo que pasa no golpea tanto. Otra cosa que me fastidiaba un poco es que, al
haber cambio de perspectivas, si dos personajes se encontraban en la misma
escena, básicamente esta se cuenta dos veces, omitiendo o agregando cosas, pero
se cuenta lo mismo; por ejemplo, Akiva y Karou ven el amanecer sobre la
catedral, se cuenta desde la perspectiva de ella, pero más adelante, cuando
cambia a la perspectiva de él, somos transportados de nuevo a la catedral para
que se nos diga cómo Akiva vio a Karou. Se da una información dos veces que no
es necesaria.
El
mundo de Eretz a mí me encanta. Es uno de los mundos que más me ha influenciado
como escritora. Es un mundo donde habitan dos razas: serafines, quienes se
creen superiores y que, en algún momento tuvieron muchísimo esplendor y magia;
y las quimeras, quienes fueron siempre tratados como esclavos y animales, hasta
que se rebelaron. Con esta rebelión es que comenzó la guerra que inundó todo
lugar de Eretz, excepto un país remoto donde viven los Stelinas, otra especie
de serafines. Las quimeras lograron establecer Las Tierras libres gracias al
Caudillo y a Brimstone, y desde entonces, las dos razas se baten a muerte para
algún día conseguir la paz. Bueno, en realidad las quimeras quieren la paz, a
Joran, el emperador de los serafines, no le importa la paz, sólo que las
quimeras mueran, por esto mismo es que engendra hijo tras hijo para tener un ejército
de bastardos para únicamente pelear y morir. Todo esto a mí me encanta, porque
no es especialmente complejo, no se inventa todo un enrevesado de
circunstancias, pero es muy fuerte, no sólo lo que tienen que vivir las
quimeras como esclavos, sino lo que los propios serafines (sobre todos los
Ilegítimos).
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El mapa se encuentra en los libros |
Sobre todo, lo que a mi me vuela la cabeza, es el tema de las resurrecciones. La primera vez que leí la saga no me quedó muy claro cómo era que sucedía, pero ahora ya lo entiendo mejor.
Acerca
del título, ya entendí de que se trata este. Al principio no lo había entendido
tampoco, o sea sí, porque es bastante obvio, pero no entendí lo que había
detrás. Los títulos de Laini siempre han sido mis favoritos de todos los que he
leído en mi vida. Karou, al final y al cabo, es la hija del humo que guía las
almas de los resucitados y el hueso de la suerte que comenzó con todo, un hueso
que había esperado años para romperse.
El insta-love es uno de los grandes problemas que tienen los lectores con esta saga. De acuerdo con las circunstancias, yo considero que Karou no se enamoró de Akiva, sino que algo más (ejem) tiraba de ella hacia él, antes de que se hicieran todos los descubrimientos. Una atracción que no entendía hacía que obviara el instinto de supervivencia que siempre tuvo para pasar tiempo con Akiva. Obviamente él sí se enamora de ella, pero Akiva siempre estuvo enamorado, no es algo que naciera ahora de la nada. Por otra parte, si tenemos en cuenta la relación entre Akiva y Madrigal, tampoco me parece insta-love. Ella vio a un serafín moribundo y decide no matarlo, porque Madrigal no era realmente así, no le gustaba la guerra, quería la paz y su corazón era amable. Ellos se recuerdan por todo un año antes de volver a encontrarse como se recuerdan dos personas que se han visto en el transporte público y les atrae la idea de esa persona, aunque realmente no la conozcan. Y cuando vuelven a estar juntos lo están un mes, al principio no creo que fuera amor, pero sí con el paso de las noches y el paso de sus sueños y esperanzas. No lo considero insta-love, porque a mí su amor me convence. Llámenme romántica perdida o algo, pero a mí sí me parece amor, me parece bonito lo que tienen. En mi opinión, la relación entre Watson (Sherlock Holmes) y su esposa es insta-love, y no veo a nadie quejándose de ello.
Por otro lado, más allá de todo
esto, la historia no se basa en el amor. Podría parecer que sí, pero realmente
se basa en la guerra y el anhelo de la paz; la esperanza y la liberación
comienzan con el amor de Akiva y Madrigal, COMIENZA, pero después sigue por
otros personajes, como Brimstone, así que la historia no se basa en el amor de
Akiva y Madrigal, esto después es algo que hará que se encuentren cada tanto,
pero no algo que guíe la historia, porque hay cosas muchísimo más importantes.
Los
personajes que voy a nombrar no son muchos, de todas formas, no hay muchos,
porque a varios de ellos no los conocemos en este libro, sino que simplemente
se nos presentan.

Akiva
siempre me pareció un poco pesado. Pero en este libro me ha gustado bastante y
lo he comprendido. Antes, me parecía como un mero telón de fondo, un personaje
masculino para Karou, una excusa, pero la mayoría de los eventos realmente
relevantes en este libro los lleva a cabo Akiva, por ejemplo, la quema de las
puertas por las que Brimstone y Karou se comunicaban. Es cierto que no son
cosas buenas, pero son cosas que cambian la historia de Eretz para siempre, que
marcan un antes y un después. Y todo eso por Madrigal. Karou puede estar todo
lo enojada que quiera y odiarlo hasta la muerte, pero yo entiendo por qué lo
hizo: vio a su amor morir, su muerte fue festejada por todas las bestias y él
mismo fue terriblemente torturado. Tal vez lo sensato y lo correcto hubiese
sido que siguiera con el sueño que ambos tenían, pero Akiva no vio más que
bestias ese día, porque así se comportaron; y no bestias en un sentido animal,
sino un sentido de maldad. Todo lo que hizo fue para vengar a Madrigal, está
mal, pero lo comprendo. Akiva con Karou es un poco, bastante, terroncito de
azúcar y está todo el rato con su aire melancólico y triste, porque sabe lo que
sucederá. Akiva está a punto de presenciar una tormenta.

Con respecto a su relación con Mik, me gusta que no hayan dado mil vueltas (como suele pasar en los libros juveniles) para estar juntos; es mucho más lindo verlos juntos que ver como se cortejan. Y como pareja me encantan porque tienen cero toxicidades, y eso es algo que hace MUCHA falta en la literatura (sobre todo la juvenil). Son muy lindos.
A Brimstone
no lo conocemos como tal, sino a través de los ojos de Karou. O los de
Madrigal. Apenas tenemos un vistazo de él hacia el final. Sin embargo, es una
figura esencial en la vida de las dos y en la vida de todas las quimeras. Gracias
a Brimstone hay esperanza de poder seguir y poder luchar, aunque él mismo se
haya dado cuenta de que el camino que están tomando no los lleva a nada.
Brimstone es el padre que Karou tiene. Él creyó en el sueño de Madrigal, el
único que creyó, porque, todavía después de un milenio, Brimstone sigue
teniendo esperanza de poder lograr la
paz y que la lucha no haya sido en vano. Más allá de la historia de Madrigal,
lo que Brimstone revela hacia el final sobre él mismo y sobre las quimeras,
sobre lo que los serafines hacían con las quimeras… todavía me hace estremecer,
es horrible. Es la historia de nuestra propia humanidad: de como algunos se
creen superiores y en derecho de tratar a otros cómo se les da la gana, se
creen dueños de sus vidas, de sus sueños y su dolor; cuando hablo de esto
pienso en los judíos o los africanos, o afrodescendientes. Y tantos otros más.
Y es horrible.
En
fin, el libro me súper encanta, todo me encanta de él, excepto las repeticiones
en la narración.
Valentine.
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