sábado, 24 de noviembre de 2018

Reseña: Hija de humo y hueso


Reseña:
“Hija de humo y hueso” de Laini Taylor.

Datos:
Título original: “Daughter of Smoke & Bone”.
Año de publicación: 2011
Saga: Hija de humo y hueso #1
Siguiente libro: Noche de pastel y marionetas (es una historia corta).
Puntuación en Goodreads: cinco estrellas.
Reseña número: #99.

         Relectura de Hija de humo y hueso.

Reseña: Korou divide su tiempo entre dos vidas: la vida de la chica de Praga que estudia arte, intenta quitarse de encima a su ex novio y pasar tiempo con su mejor amiga; y la vida que tiene con las quimeras que la criaron, para quienes recoge dientes de traficantes a cambio de deseos. Pero toda su vida se pone patas para arriba cuando los serafines llegan al mundo de los humanos para cerrar los portales que la llevan hacia Brimstone, Issa, Yanri y Twigga. Y ella queda sola.

Opinión.
        La relectura me encantó. El libro no es muy largo, pero me leí el ochenta por ciento en un día y el resto en la tarde siguiente. Lo amé una vez más. Al contrario de los otros dos libros de la saga, que los compré en una librería, este lo compré usado. ¿Por qué? Desde que leí los libros en pdf por primera vez, hace alrededor de cuatro años o más (no estoy segura) los busqué como loca para encontrarlos en Uruguay, pero no estaban. EN NINGÚN LADO. Hay un grupo de Facebook donde se venden o intercambian libros, por lo general usados, donde yo siempre preguntaba si lo tenían; un día, una chica lo tenía y lo vendía a un precio bastante barato. Mi única posibilidad de comprar los libros era salir del país o comprarlo usado y, de todas formas, el libro está impecable. Y entonces este año, cuando por total casualidad, vi en una librería que había un montón de ediciones de los libros, me compré los otros dos sin pensarlo. No quería esperar porque mi miedo era que se agotaran y quedarme sin ellos (cuatro meses después no se han agotado, pero por las dudas), lo que sería el colmo.
         Después de tanto tiempo, los libros me gustaron lo mismo, o más. Tenía miedo de que no me gustaran, sobre todo el segundo, porque en el último tiempo he escuchado o leído demasiadas reseñas negativas, que se quejan que el libro va lento o por el instalove. Pero eso no pasó, me gustó muchísimo y no quería que el libro acabara. Necesito más de estos personajes y del mundo que creó Laini Taylor.

Karou y Brimstone
         La trama siempre está en movimiento, son pocos los momentos donde “no pasa nada” y aún en esos, se está brindando nueva información sobre Karou u otros personajes. Además, los momentos de calma son necesarios para que las tensiones sean más importantes. Creo que es una trama que está bien estructurada; otra cosa que escuché respecto al libro es que el salto al pasado desestructura un poco el presente, no me parece que sea así, porque el salto al pasado es bastante corto y porque es necesario para entender toda la saga. Es cierto que no son las escenas que más me gusten, Karou me fascina mucho más que Madrigal, pero es necesario para entender todo, más que nada, las acciones de Akiva. De todas formas, en el presente, al menos en este libro que, no hay que olvidar, es la introducción a la saga (porque eso son los primeros libros por lo general), donde se presentan a los personajes, el mundo y la historia que hay detrás para centrarse en el presente; no había mucho más que pudiese pasar porque el libro sería demasiado largo o tendría una especie de dos tramas o partes.

         La forma de escribir y narrar de Laini Taylor me gusta mucho. No es un narrador monolítico y aburrido, siempre está aportando sarcasmos, escenas divertidas o dolor. Lo que no me gusta es que el narrador sea omnisciente. Hay escenas donde se dicen cosas como “pero Karou no imaginaría lo que vendría después” o cosas así, que ya predisponen al lector a que algo malo va a pasar y entonces, quizá, lo que pasa no golpea tanto. Otra cosa que me fastidiaba un poco es que, al haber cambio de perspectivas, si dos personajes se encontraban en la misma escena, básicamente esta se cuenta dos veces, omitiendo o agregando cosas, pero se cuenta lo mismo; por ejemplo, Akiva y Karou ven el amanecer sobre la catedral, se cuenta desde la perspectiva de ella, pero más adelante, cuando cambia a la perspectiva de él, somos transportados de nuevo a la catedral para que se nos diga cómo Akiva vio a Karou. Se da una información dos veces que no es necesaria.

         El mundo de Eretz a mí me encanta. Es uno de los mundos que más me ha influenciado como escritora. Es un mundo donde habitan dos razas: serafines, quienes se creen superiores y que, en algún momento tuvieron muchísimo esplendor y magia; y las quimeras, quienes fueron siempre tratados como esclavos y animales, hasta que se rebelaron. Con esta rebelión es que comenzó la guerra que inundó todo lugar de Eretz, excepto un país remoto donde viven los Stelinas, otra especie de serafines. Las quimeras lograron establecer Las Tierras libres gracias al Caudillo y a Brimstone, y desde entonces, las dos razas se baten a muerte para algún día conseguir la paz. Bueno, en realidad las quimeras quieren la paz, a Joran, el emperador de los serafines, no le importa la paz, sólo que las quimeras mueran, por esto mismo es que engendra hijo tras hijo para tener un ejército de bastardos para únicamente pelear y morir. Todo esto a mí me encanta, porque no es especialmente complejo, no se inventa todo un enrevesado de circunstancias, pero es muy fuerte, no sólo lo que tienen que vivir las quimeras como esclavos, sino lo que los propios serafines (sobre todos los Ilegítimos).

El mapa se encuentra en los libros

        
Sobre todo, lo que a mi me vuela la cabeza, es el tema de las resurrecciones. La primera vez que leí la saga no me quedó muy claro cómo era que sucedía, pero ahora ya lo entiendo mejor.

         Acerca del título, ya entendí de que se trata este. Al principio no lo había entendido tampoco, o sea sí, porque es bastante obvio, pero no entendí lo que había detrás. Los títulos de Laini siempre han sido mis favoritos de todos los que he leído en mi vida. Karou, al final y al cabo, es la hija del humo que guía las almas de los resucitados y el hueso de la suerte que comenzó con todo, un hueso que había esperado años para romperse.

       
  El insta-love es uno de los grandes problemas que tienen los lectores con esta saga. De acuerdo con las circunstancias, yo considero que Karou no se enamoró de Akiva, sino que algo más (ejem) tiraba de ella hacia él, antes de que se hicieran todos los descubrimientos. Una atracción que no entendía hacía que obviara el instinto de supervivencia que siempre tuvo para pasar tiempo con Akiva. Obviamente él sí se enamora de ella, pero Akiva siempre estuvo enamorado, no es algo que naciera ahora de la nada. Por otra parte, si tenemos en cuenta la relación entre Akiva y Madrigal, tampoco me parece insta-love. Ella vio a un serafín moribundo y decide no matarlo, porque Madrigal no era realmente así, no le gustaba la guerra, quería la paz y su corazón era amable. Ellos se recuerdan por todo un año antes de volver a encontrarse como se recuerdan dos personas que se han visto en el transporte público y les atrae la idea de esa persona, aunque realmente no la conozcan. Y cuando vuelven a estar juntos lo están un mes, al principio no creo que fuera amor, pero sí con el paso de las noches y el paso de sus sueños y esperanzas. No lo considero insta-love, porque a mí su amor me convence. Llámenme romántica perdida o algo, pero a mí sí me parece amor, me parece bonito lo que tienen. En mi opinión, la relación entre Watson (Sherlock Holmes) y su esposa es insta-love, y no veo a nadie quejándose de ello.
Por otro lado, más allá de todo esto, la historia no se basa en el amor. Podría parecer que sí, pero realmente se basa en la guerra y el anhelo de la paz; la esperanza y la liberación comienzan con el amor de Akiva y Madrigal, COMIENZA, pero después sigue por otros personajes, como Brimstone, así que la historia no se basa en el amor de Akiva y Madrigal, esto después es algo que hará que se encuentren cada tanto, pero no algo que guíe la historia, porque hay cosas muchísimo más importantes.

         Los personajes que voy a nombrar no son muchos, de todas formas, no hay muchos, porque a varios de ellos no los conocemos en este libro, sino que simplemente se nos presentan.

        Karou es una chica bastante particular. A mí como personaje me encanta; es un personaje femenino bastante fuerte y de estos hacen falta en la literatura. En esta primera parte, Karou siente que le falta algo, que no está completa y el desconocimiento de su procedencia o sus progenitores aumenta esta sensación. Quizá por esto se muestra a veces más insolente y sarcástica con Brimstone de lo que debería, pero Karou necesita respuestas que la quimera no le da y que no tiene intenciones de darle. Creo que una de las tantas formas de su fortaleza es su capacidad de pensar con la cabeza fría en los momentos donde se encuentra más sola y a la deriva, para encontrar soluciones. Por supuesto, también tiene que ver con que Karou no es una chica tímida o asustadiza, más bien todo lo contrario, siempre está con una sonrisa mordaz en los labios, al tiempo que puede ser completamente amable y cálida con las personas que quiere. Karou siempre está lista para hacer lo que hay que hacer y por eso mismo digo que no me importa el insta-love. Es un personaje al que le agarras cariño enseguida.

         Akiva siempre me pareció un poco pesado. Pero en este libro me ha gustado bastante y lo he comprendido. Antes, me parecía como un mero telón de fondo, un personaje masculino para Karou, una excusa, pero la mayoría de los eventos realmente relevantes en este libro los lleva a cabo Akiva, por ejemplo, la quema de las puertas por las que Brimstone y Karou se comunicaban. Es cierto que no son cosas buenas, pero son cosas que cambian la historia de Eretz para siempre, que marcan un antes y un después. Y todo eso por Madrigal. Karou puede estar todo lo enojada que quiera y odiarlo hasta la muerte, pero yo entiendo por qué lo hizo: vio a su amor morir, su muerte fue festejada por todas las bestias y él mismo fue terriblemente torturado. Tal vez lo sensato y lo correcto hubiese sido que siguiera con el sueño que ambos tenían, pero Akiva no vio más que bestias ese día, porque así se comportaron; y no bestias en un sentido animal, sino un sentido de maldad. Todo lo que hizo fue para vengar a Madrigal, está mal, pero lo comprendo. Akiva con Karou es un poco, bastante, terroncito de azúcar y está todo el rato con su aire melancólico y triste, porque sabe lo que sucederá. Akiva está a punto de presenciar una tormenta.

        Zuzana fue, por mucho tiempo, uno de mis personajes favoritos de todos los tiempos. La sigo recordando con muchísimo cariño. Es cierto que el personaje es un poco cliché: es la mejor amiga bajita y gordita que hace muchos chistes sarcásticos, siempre está preocupada por su amiga, entre muchas otras cosas, es decir, la Vee de Nora (Hush Hush). Pero es imposible no agarrarle cariño, tiene los parlamentos más graciosos de toda la saga y es muy adorable.
Con respecto a su relación con Mik, me gusta que no hayan dado mil vueltas (como suele pasar en los libros juveniles) para estar juntos; es mucho más lindo verlos juntos que ver como se cortejan. Y como pareja me encantan porque tienen cero toxicidades, y eso es algo que hace MUCHA falta en la literatura (sobre todo la juvenil). Son muy lindos.

         A Brimstone no lo conocemos como tal, sino a través de los ojos de Karou. O los de Madrigal. Apenas tenemos un vistazo de él hacia el final. Sin embargo, es una figura esencial en la vida de las dos y en la vida de todas las quimeras. Gracias a Brimstone hay esperanza de poder seguir y poder luchar, aunque él mismo se haya dado cuenta de que el camino que están tomando no los lleva a nada. Brimstone es el padre que Karou tiene. Él creyó en el sueño de Madrigal, el único que creyó, porque, todavía después de un milenio, Brimstone sigue teniendo esperanza de poder lograr la paz y que la lucha no haya sido en vano. Más allá de la historia de Madrigal, lo que Brimstone revela hacia el final sobre él mismo y sobre las quimeras, sobre lo que los serafines hacían con las quimeras… todavía me hace estremecer, es horrible. Es la historia de nuestra propia humanidad: de como algunos se creen superiores y en derecho de tratar a otros cómo se les da la gana, se creen dueños de sus vidas, de sus sueños y su dolor; cuando hablo de esto pienso en los judíos o los africanos, o afrodescendientes. Y tantos otros más. Y es horrible.

         En fin, el libro me súper encanta, todo me encanta de él, excepto las repeticiones en la narración.

Valentine.

lunes, 12 de noviembre de 2018

Reseña: Narnia, la última batalla


Reseña:
“Las crónicas de Narnia: la última batalla” de C. S. Lewis.

Datos:

Título original: “The Last Battle”.
Año de publicación: 1956
Saga: Las crónicas de Narnia #7
Libro anterior: La silla de plata
Puntuación en Goodreads: cinco estrellas.
Reseña número: #98.

         En este caso, es el séptimo tanto en el orden cronológico como en el orden de publicación.
         Esta es mi relectura de Las crónicas de Narnia.

Reseña. Mientras el último rey de Narnia ocupa su trono, un mono y los carlomenos fraguan una conspiración para hacerles creer a todos que Aslan ha vuelto y así controlar a los narnianos. Sin embargo, no entienden que de esa forma desatan una fuerza mayor de la que nunca se ha visto en Narnia.

Opinión.
La primera vez que lo leí me gustó mucho, pero es cierto que había esperado más. La primera mitad me resultó aburrida, como que no pasaba mucho, mientras que el resto me encantó. Esta vez, sabiendo muchas más cosas de la saga y los personajes, y habiéndola releído, me gustó mucho la primera parte también. Es un final de saga encantador, en donde ese cansado Aslan retoma fuerzas y donde todos los humanos que alguna vez visitaron Narnia, comprenden su esencia y lo que hay detrás de ella.

Al principio no se entiende hacia que lado irá el libro. No es un viaje típico de Narnia, no es una batalla al final para coronar a un rey como en los libros anteriores. Este libro rompe los esquemas que Lewis nos brindó. Incluso el protagonista es un rey de Narnia y no un niño humano o, en el caso de El caballo y el Muchacho, niños de otras naciones. Es cierto que Caspian teóricamente es el protagonista de El Príncipe Caspian, pero siendo sinceros, está más pintado que los girasoles de Van Gogh. Y es un libro bastante más serio; antes siempre hemos tenido a un villano que vencer, pero, pese a quien le pese, no era muy difícil hacerlo, en este caso llega un punto en que ya no sabes cómo la historia y la situación de los personajes puede empeorar. Siempre estamos esperando que, como en otros libros, Aslan nos salve o llegue una ayuda inesperada. Y eso no sucede. Es cierto que el final de los personajes no es trágico, en alguna medida, pero sí es trágico y doloroso cómo llegan a ese final. Lo mismo sucede con Narnia, a la que los carlomenos estaban destruyendo y talando; tras algo así, es poco probable que se recuperase. Sí es cierto que en la primera parte no pasan un montón de cosas, es un poco más tranquila que la segunda, pero es muy disfrutable de todas formas, sobre todo cuando aparecen Eustance y Jill para ayudar a Tirian (el último rey de Narnia). Es muy bonito rencontrarnos con todos los viejos personajes y es un cierre de saga muy encantador, muy esperanzador.

Una vez más, y por última vez, el estilo de Lewis y su pluma son una delicia. Te envuelven completamente en el aura narniana hasta el punto que sientes que estás allí y, en un par de páginas, te tiene amando a sus personajes. Siendo adulto leer Narnia es muy bonito y muy enriquecedor, pero imagino que siendo niño es toda una aventura, porque Lewis sabe como comunicarse con su lector y cómo enseñarle las cosas y poner ejemplos que se entiendan.

Hablar sobre el mundo de Narnia sería un enorme spoiler. Al principio, parece ser un lugar pacífico, como siempre tuvo que serlo. Sin embargo, todo eso cambia por culpa del Mono y los carlomenos y así conocemos una Narnia que se está quedando sin árboles, una Narnia que no es segura y unos habitantes narnianos que están muy asustados y necesitan que alguien los contenga. Es una situación bastante fea y una situación que, creo yo, nunca imaginábamos que sucedería: un narniano traicionando a Narnia.

Tirian es uno de los reyes más nobles de Narnia. Es cierto que el resto es maravilloso, valiente y dignos de liderar Narnia, pero Tirian se me hizo un rey que, teniéndose que enfrentar a una verdadera atrocidad y a situaciones que el resto no, siempre opta por la opción correcta, aunque no sea la más sencilla; por supuesto, se enfrenta a ellas con completa valentía y sin dudar ni un segundo en arriesgar su vida por la libertad de su casa y su pueblo. Es un digno descendiente de Caspian y me encantó.

Jill y Eustance crecieron bastante con respecto al libro anterior; me refiero a su personalidad, ya que en realidad sólo ha transcurrido un año. Pero en ese año, se nota que su amistad ha crecido y que ellos mismos se sienten seguros de pisar Narnia sabiendo que pertenecen a ella y no como extraños o forasteros. Son claves para la lucha y para ayudar a Tirian, y los únicos que pueden hacerlo, ya que el resto de “los amigos de Narnia” son muy mayores para regresar.

El Mono es uno de los seres más viles que conocí. Jadis era mala, pero ocupa un lugar en mi corazón igualmente, otros villanos me parecen ridículos (El caballo y el muchacho) y a otros no se les da tiempo de ser (La silla de plata o El príncipe Caspian), pero el Mono me pareció el peor de todos ellos. Decide traicionar su propio lugar sólo para… ¿qué? ¿Tener un poco de poder? Es un ser completamente repugnante y siempre me daban ganas de matarlo cada vez que aparecía en acción.

Aslan ha venido cansado en los últimos libros, pero aquí lo vemos mucho más fuerte que nunca, utilizando todo su poder para poner las cosas en orden y guiar a todos los narnianos hacia un lugar mejor, como siempre lo ha hecho. Por fin se terminan los misterios y Aslan se muestra al resto en su totalidad.

Lucy, con su curiosidad, energía y valentía; Ed, con su sentido del humor, sensatez y amabilidad; Peter, con su bondad y majestuosidad (él sabe que es el rey supremo); Digory, con su experiencia y sabiduría; y Polly, siempre alegre y protectora; son los amigos de Narnia. A pesar de los años se han mantenido presentes y soñando y recordando a Narnia, deseando poder regresar algún día. Son personajes maravillosos que se merecen lo mejor y que siempre buscan compartir esto con el resto de los narnianos y personas. Por supuesto, es una dicha para ellos mismos, y para el lector, que se encuentren allí en ese momento; sobre todo para Polly y Digory, que vieron como nacía Narnia. Es muy bonito el gesto de Lewis al colocarlos en la historia.

Me encantó releer la saga y creo que lo haré de vez en cuando porque no cuesta nada leer los libros y porque están llenos de magia, una magia tan sencilla que hasta parece real y no tienes que carcomerte la cabeza pensando qué está sucediendo, porque la aventura y la forma de narrar de Lewis te transportan a la propia acción. Creo que es una obra que está infravalorada, que tendría que tener muchos más lectores, principalmente porque la literatura fantástica y juvenil no sería hoy en día lo que es sin Las crónicas de Narnia. Se toman mucho en cuenta a El señor de los anillos y a Harry Potter, que, por supuesto está bien, pero también debería ser así con Las crónicas, porque es un pilar de la literatura. Y, por favor, sigan con las películas (maldito Disney).

Valentine

domingo, 4 de noviembre de 2018

Discusión: diversidad


Discusión: Diversidad

         Hace poco me enteré de un movimiento que buscaba leer más autoras, es decir, promover la lectura de las obras de mujeres, ya que los hombres dominan este campo también. No es mi caso, creo, ya que leo más autoras, pero no porque me fije especialmente en eso. Hay muchísimas “minorías” que no son leídas porque siempre nos quedamos con lo más conocido y no nos esforzamos por encontrar autores o libros nuevos. Por supuesto, yo soy la primera. El grupo de lectura del que hablo se llama Hijas de Mary Wollstonecraft , y fue abierto por las booktubers María Antonieta y María Zanahoria, y la Blogger Eliana. Quiero entrar al club, pero siempre tengo otras cosas lecturas y me entero tarde de lo que hay para leer y los clubes de lectura no son lo mío, pero se los recomiendo mucho.

         También me parece que, además de los autores que leamos, los personajes de las historias deberían ser más variados, no solo su género, o su ascendencia racial, sino su carácter y forma de ser. Por lo general no sólo están estereotipados físicamente sino también mentalmente y sentimentalmente. Sin embargo, también me pasa algo particular. Pensando un poco en el tema racial, me di cuenta que en mis historias me faltaban algunos personajes asiáticos y también afrodescendientes. Me pregunté a mi misma: si mi historia transcurre en un lugar de América, más específicamente en Uruguay (mi país), ¿qué tan seguido veo a personas asiáticas? Y la respuesta es que bastante pocos, no sé si es que no salgo mucho (eso también puede ser), o que no me topo con ellos, o que no hay muchos asiáticos en Uruguay. Entonces, si no los veo diariamente en mis calles, sería tonto describir a treinta asiáticos en mi novela, pues estaría contando una mentira, a menos que se ambientara en Asia o tratara sobre algún tema particular, como una distopía. Pero, sí es cierto que estoy intentando que haya más diversidad en mis historias, agregando a algún personaje asiático o con ascendencia asiática, o muchos más personajes afrodescendientes. Sobre todo, agregando más personajes con diversidad sexual y de género, porque es un tema muy importante que hay que normalizar y no seguir haciendo historias donde eso es un tabú, sino simplemente mostrándolos como personajes normales, porque las personas gays, lesbianas, bisexuales, trans, asexuales, no-binaries, etc., son normales.

         También pienso que, porque una obra no tenga diversidad tampoco hay que atacar al autor, porque al fin y al cabo es su obra. Si ves que no tiene diversidad, no lo leas y no le des tu dinero. Pero dejemos de odiarnos.

         ¡Nos leemos!
Valentine