lunes, 5 de junio de 2017

Reseña: Harry Potter y las Reliquias de la Muerte

Reseña:
“Harry Potter y las Reliquias de la Muerte” de J.K Rowling.

Datos:
Título original: “Harry Potter and the Deathly Hallows”.
Año de publicación: 2007
Saga: Harry Potter #7
Libro anterior: El misterio del príncipe

RELECTURA DE HARRY POTTER. Contendrá spoilers de las muertes y todo lo que pasa en el libro.

Reseña: El séptimo año de Hogwarts, Ron, Harry y Hermione no asisten a clase. Mientras sus compañeros luchan contra los hermanos Carrow y Snape en el castillo, y el caos se desata en la comunidad mágica debido a los mortífagos y Voldemort, el trío de oro se embarca en una carrera para encontrar los Horrocruxes que albergan el alma del señor Tenebroso, antes de que él se dé cuenta. El año no es fácil, tienen miedo, hambre y frío; Dumbledore les dejó un montón de acertijos para que descifren, que termina por enfureciéndolos y haciéndolos dudar de su misión. En medio de todo, deberán confiar en diferentes individuos aunque saben que estos van a traicionarlos, pues no tienen alternativa. Y tres reliquias parecen ser la clave para derrotar por fin a Voldemort.

Opinión personal:

¡He terminado la relectura! Me llevó desde el 21 de enero de 2017 hasta el 1 de junio del mismo año. Es una mezcla un tanto caótica, por un lado estoy contenta de terminar la relectura porque me llevó más de cinco meses leer los siete libros y por otro lado estoy triste porque me alejaré por un rato de estos personajes maravillosos y de la increíble historia que J.K Rowling creó, no sólo por su originalidad en muchos aspectos, sino por la forma en la que construyó su mundo. Me quedo con mucha alegría al haberme reconciliado con la saga, como dije muchas veces, antes el cuarto y quinto libro me parecieron muy aburridos y por eso la saga se me nubló un poco. Pero ahora todo lo contrario. Es cierto que el cuarto y quinto libro me siguen pareciendo aburridos, pero puedo dejar de lado eso para disfrutar de los demás.



Es verdad que hay muertes que no se superan de la saga, hablo de Sirius, de Dumbledore, de Remus, de Fred, de Dobby, de Severus. Incluso podríamos hablar de Tonks, de Cedric, de Colin, de Lavender. Aunque estos últimos personajes me dan bastante igual. En el último libro murieron más de cincuenta personas. Era un poco obvio, ¿no? Están en una guerra y en la guerra muere gente, no es como si fueran a quedar todos nuestros personajes favoritos vivos y sólo van a morir los malos. No tendría mucho de la realidad. Sin embargo, lo bueno de los libros, la magia que ellos poseen, es que podremos volver una y otra vez a ellos y cada vez que leamos sobre nuestros personajes favoritos y nos conmuevan, nos hagan reír, nos hagan enojar, estaremos reviviéndolos. De esa forma, puedo consolarme sabiendo que Fred y Remus siguen vivos.
La familia Weasley tuvo un gran golpe, la muerte de Fred no sería olvidada ni superada jamás, principalmente por su gemelo, quien ya nunca podría conjurar un patronus. Aunque con el tiempo puedan superarlo, no creo que la herida en sus corazones sane jamás. Al igual que Andromeda, la madre de Tonks, que se quedó sin esposo y sin hija el mismo año, quedándole únicamente su nieto, Teddy.


Hay muchas cosas que decir de este libro, lamentablemente no creo que recuerde todas ellas. Empecemos diciendo que hay acción todo el tiempo, que aunque los personajes estén en la casa de Fleur y Bill, o en su boda, o en donde sea, siempre están pasando cosas. Muy pocos capítulos son en los que Rowling cuenta por arriba lo que hacen los personajes para avanzar. Si retomamos la gráfica que plantee en la reseña anterior, los tres primeros libros irían a un buen ritmo, el cuarto se elevaría un poco, por la tensión y también por lo que cuesta leerlo, el quinto sería un pico por la misma razón, el sexto volvería al ritmo de los tres primeros y el séptimo libro sería el momento en que llegamos a la cima de la montaña rusa y el carrito baja a toda velocidad. A pesar de que pasan muchas cosas, el ritmo es genial, no va ni muy rápido, no se saltea cosas, pero tampoco resultan aburridas las partes donde no pasa gran cosa. Hay que saber equilibrar eso y Rowling lo logra en este libro. Estuve todo el tiempo entusiasmada por lo que pasaría a continuación, a pesar de que ya lo sabía. Me alegro de haberlo releído, porque muchas cosas estaban sueltas en mi cabeza, por ejemplo, la familia de Dumbledore, el porqué de que Harry siguiera con vida, cómo Regulus consiguió el relicario. Y todo se respondió. Ahora mismo no recuerdo si Rowling dejó algún cabo suelto, pero no lo creo. Todo está ideado a la perfección, es que la mente de esa mujer me asusta y al mismo tiempo es de admirar. Y no, no busco idolatrarla, porque ya he reconocido muchísimos errores que tiene, pero no veo capaz a muchos autores de hacer la cuarta parte de lo que ella hizo.

La trama está bastante definida: Ron, Hermione y Harry deben encontrar los horrocruxes, mientras aparecen muchos obstáculos y también nuevos objetos que buscar, es decir, las reliquias de la muerte; el libro termina con una brutal batalla final. Me alegra que el mundo mágico solo haya sufrido tres años bajo el tormento de Voldemort y no décadas como la vez anterior.

Hablemos de los horrocruxes. Spoilers, muchos spoilers. Los objetos que albergan fragmentos del alma de Voldemort son siete: el diario de Ryddle, el anillo de Sorvolo (que es la Piedra de la Resurrección al mismo tiempo, aunque Voldemort no lo sabía), el relicario de Slytherin, la copa de Hufflepuff, la diadema de Ravenclaw, Nagini y Harry. Sus posiciones no son las más fáciles de adivinar, aunque en el séptimo libro solo tienen que encontrar cinco, y por suerte ya saben qué son tres de ellos.
Pasemos a las reliquias. Muchos magos alrededor del mundo creen que las reliquias realmente existen y que fueron creadas por los hermanos Peverell. El trío está seguro de que la Capa de Invisibilidad de Harry es la misma capa de la que se habla en el cuento, pero aunque Harry está seguro de que la Varita de Saúco y la Piedra de la Resurrección son reales, Ron se encuentra un poco escéptico y Hermione directamente no lo cree, demostrando una vez más lo cerrada de mente que es pese a su inteligencia. Harry razona todo, y cae en cuenta que él es descendiente del hermano menor, es decir, de Ignotus Peverell, dueño de la Capa de Invisibilidad, que fue pasando entre sus descendientes hasta llegar a James y luego a Harry. La piedra de la Resurrección fue pasando entre los descendientes del hermano del medio, quien es antecesor de Tom Ryddle, la piedra se encuentra incrustada en el anillo (sin que los Gaunt y el propio Voldemort lo supiera) que era propiedad del segundo Peverell, anillo que Dumbledore descubrió en las ruinas de la casa de los Gaunt, dejado escondido allí por Voldemort, y que le produjo la maldición de su mano que le iba a causar la muerte; al final Albus le deja la piedra, después de destruir el horrocrux, a Harry dentro de la snitch. La Varita de Saúco pasa entre las manos de aquellos quienes se la arrebatan, matándolo o robándosela, a su anterior dueño; sabemos que era posesión de Gregorovitch, el fabricante de varitas de Bulgaria, a quien se la robó Grindelwald, que fue después derrotado por Dumbledore, a este último le quito la varita Draco, que fue desarmado por Harry.
Con esto se concluyen dos cosas: Dumbledore fue, relativamente, el amo de la muerte, tenía la Varita, encontró la Piedra, y sabía que Harry tenía la Capa; pero como él mismo dijo: el poder que los objetos que tanto anheló de joven lo abrumaba, lo cegaba. Lo siguiente es: Harry es el amo de la muerte, pero porque Harry no quería serlo, porque si hubiese querido, como Dumbledore o Grindelwald, no lo sería. Básicamente lo mismo de siempre: como Harry tiene un noble corazón y no le interesa el poder, entonces el poder viene a él. Al final a éste no le importan las reliquias, por lo que tira la piedra y devuelve la varita a la tumba de Dumbledore, y todos felices.

La escena después de los diecinueve años me parece una idiotez. Es completamente innecesaria, es como para dejarle una alegría al lector al ver como terminaron sus personajes favoritos, pero llega a ser empalagosa. No aporta nada, solo unos personajes nuevos, los hijos de Harry, Ron y Hermione, Bill y Fleur, un poco de lo que fue de Teddy Lupin, y de Scorpius, el hijo de Draco; fuente inagotable de fanfics (como el “Legado maldito”, cof cof).

Es un libro que tiene una trama que puede explotarse demasiado, pero hablar de ella sería un poco contraproducente porque la idea es leer el libro y no que te lo cuenten.

Me pareció muy curioso que Aberforth fuese el dueño de Cabeza de puerco, no me acordaba y nunca me hubiese dado cuenta. La culpa sobre la muerte de Ariana pesa tanto en Aberforth como en Albus, pero en vez de unirlos eso los separa. Ahora entiendo porque algunos decían que en lo que se había convertido Ariana después del ataque de los niños muggle era un obscurial. La pregunta es: ¿qué le hicieron los niños para que ella tema a su propia magia y estuviese traumada de por vida? El pobre destino del señor y la señora Dumbledore es una pena. Albus fue siempre un chico ambicioso que quería encontrar las Reliquias de la Muerte para así poder liberar a la comunidad mágica de los muggles, para así poder demostrarle a estos que los magos son superiores, todo por el bien mayor; a pesar de su egoísmo juvenil, como adulto y anciano tuvo que cargar con la muerte de su hermana, vivir solitario, pues su hermano se alejó de él y nadie lo conocía en realidad, aunque muchos aseguraban ser su amigo. Aportó muchísimas cosas al mundo mágico, muchos valores, utilizó su experiencia para hacer el bien; y eso es lo importante, que se arrepintiera, que viera el dolor que causó y quisiera redimirse. Al fin y al cabo, para eso es la experiencia.

Me hubiese gustado saber más de Grindelwald, pero por suerte tenemos las películas de Animales fantásticos, aunque yo sigo imaginando más a Gellert como Jamie Campbell Bower que como Johnny Deep. Espero saber más sobre el mago más tenebroso de la historia, solo superado por Voldemort.

Uno llega al final, ve los recuerdos de Severus y siente pena, siente tristeza. Porque es un desgraciado: toda la vida enamorado de una mujer hermosa e inteligente que solo lo ve como un amigo, y que al final termina enamorada de su mayor enemigo. Sin embargo, no creo que Snape sea un héroe, él se volvió un mortífago, desde su época en Hogwarts era seguidor de Voldemort y practicaba magia negra, hasta le dice sangre sucia a Lily. Todo lo que Severus hace por Harry lo hace solo por Lily, por culpa, porque es gracias a él que Voldemort se entera de la profecía y la asesina; es la culpa lo que mueve a Severus, y nada más. A pesar de las buenas acciones, no hay que olvidar que estas nacen de un mal sentimiento. Además, hay que destacar que toda la vida académica de Harry como mago, Severus le hizo la vida imposible, lo trató como basura y quería que lo expulsaran a toda costa, solo por el parecido de Harry a James, lo que habla de la inmadurez de Severus. Él no se sacrificó por nadie, murió porque no tuvo escapatoria, nunca pensó que Voldemort lo mataría. Y, con respecto a Dumbledore, Snape solo hace lo que él le pide porque el anciano fue lo bastante astuto como para decirle que si quería sentirse mejor consigo mismo solo debía trabajar para él y así estaría redimiéndose. No sé hasta qué punto Severus disfrutaba sus misiones como espía. No puedo negar que era un hombre valiente, sin embargo, me encanta la parte cuando Dumbledore hace referencia a que algunas veces el sombrero seleccionador se equivoca y quizá lo puso en la casa equivocada, con lo que hace alusión a que Severus pudo estar en Gryffindor.



Hoy, como notarán, empecé con los personajes al revés. Entonces sigamos con la familia Malfoy. Después de la fallida misión de Lucius en el Ministerio de la Magia, la familia que antes era la que más apoyaba a Voldemort, pasó a ser el hazmerreír de los mortífagos y el propio Voldemort. Esto causó que al final, no le importara tanto que este ganase, sino seguir juntos. Vamos por partes, Lucius obviamente ya no es la mano derecha del Señor de las Tinieblas y a Narcisa no le importa tanto obedecerlo, más bien creo que lo hacen por miedo, pero Narcisa ni siquiera es una mortífago, por lo que tengo entendido, no tiene la marca de la serpiente en el brazo. Ambos padres lo único que desean es que Draco esté a salvo, no quieren que sea un mortífago, quieren solo lo mejor para él. Después de que Draco es obligado a intentar matar a Dumbledore pasa a ser dueño de la Varita de Saúco, aunque no lo sabe. Me pregunto que llevó a Draco a hacerse el desentendido cuando lo obligan a reconocer a Hermione, Ron y Harry en su mansión, a pesar de saber quiénes son; lo más extraño es que después de eso los busque en la Sala multipropósito para entregárselos a Voldemort. Quiero saber que pasa por la mente de Draco, Dios Mío. Al final la familia se queda en el Gran Comedor, apartados de los demás, pero se quedan, como forma de decir: “ya no somos parte de los mortífagos”, de hecho, en la batalla final, Narcisa y Lucius solo buscaban a Draco, ni siquiera intentaron luchar. Creo que mucho antes ya no querían luchar, Draco se encontraba dentro del castillo, donde corría más peligro, y sus padres no sabían dónde estaba, para colmo, Voldemort no les permitía ir a buscarlo; por lo que la única opción que le quedó a Narcisa es decirse a Voldy que Harry estaba muerto cuando no lo estaba, y así poder acercarse al castillo con el resto de los mortífagos. Así es como, aunque de forma no intencionada, Harry es salvado por tercera vez por el amor de una madre: el amor de Lily, que lo protegió cuando un bebé y por el resto de su vida debido a su sortilegio, el amor de Molly, que lo cobijó en los momentos que más solo y desesperado se sentía, y el amor de Narcisa por su propio hijo.

Teniendo tantas herramientas a la mano, ¿por qué Lily no desapareció cuando supo que Voldemort estaba en su casa? Era tan solo tomar a Harry y desaparecer. El sortilegio de ella es un poco confuso, mejor dicho, conveniente. Por lo que entendí, con su sacrificio, dotó de Harry con un sortilegio que lo mantuvo vivo todo el tiempo. Al asesinarlo Voldemort, como este regeneró su cuerpo a partir de la sangre de Harry en el cuarto libro, el sortilegio de Lily pasó a protegerlo a él también, el maleficio asesino solo mató la parte del alma de Voldemort que residía en el cuerpo del muchacho, y este pudo volver a la vida gracias al sortilegio de su madre que aún estaba en el cuerpo de Voldemort. Como siempre, en la película no se entiende nada.

Me gusta mucho las perspectivas desde el punto de vista de Voldemort. Es un personaje bien construido, y para variar es refrescante ver las cosas desde un alma tan precaria y maligna como la suya. Da un poco de miedo saber que pueden existir almas que no respetan ni valoran nada más a que a su propia inmortalidad. Al parecer, Voldemort no es capaz de amar porque fue concebido gracias a una poción de amor, su padre no quería ni deseaba a su madre, que terminó muerta, por lo que Tom nació sin nada de amor dentro de sí. Es simplemente un alma sin amor.


Hablemos un poco de los Dursley. Tío Vernon sigue despreciando a Harry. Yo esperaba, al menos, una vez en la vida, algún signo de que Petunia quisiera a Harry o a su hermana, pero aunque antes de despedirse de él está a punto de decir algo, se marcha sin más; entiendo por un lado a Petunia, debe ser horrible saber que tu hermana es una bruja, que puede hacer magia, y tú sigues siendo igual de ordinaria que siempre. Petunia hasta le envió una carta a Dumbledore para que la aceptara en Hogwarts y él le contestó amablemente que eso no podía ser; la envidia le ganó a Petunia, para siempre, pero no sé qué otra cosa podría hacer yo en su lugar. El que me sorprende es Dudley, desde que Harry lo salvó de los dementores en el quinto libro, este quiso siempre agradecerle a Harry y se mostraba menos hostil hacia él, aunque como Harry casi ya no se encontraba en la casa de sus tíos, no lo notó; Dudley incluso pregunta por qué Harry no se va con ellos, como si así debieran ser las cosas. No sabemos más de ellos en el libro, pero me alegra que Dudley y Harry pudieran, de alguna forma, hacer las paces.

Siempre pensé en Hagrid como el referente de Harry, quiero decir, siempre que éste tenía una duda, necesitaba un consejo, buscaba a Hagrid; el semigigante fue crucial en la vida de nuestro protagonista. Fue quien lo rescató de los escombros de su casa en el Valle de Godric y lo llevó a la casa de los Dursley en la moto de Sirius, protegiendo a ese pequeño huérfano entre sus enormes manos. Diez años más tardes fue quien le dijo a Harry que era un mago, lo rescató nuevamente, porque para Harry estar con los Dursley era un infierno, de sus tíos y le abrió las puertas al callejón Diagon y con esto, al mundo mágico. Estuvo constantemente preocupado cada vez que Harry estaba en peligro, intentando ayudarlo y salvarlo. Es quien, nuevamente en la moto de Sirius, lo lleva hasta la casa de los Tonks antes de cumplir diecisiete, pues el sortilegio de Lily estaba por romperse. Al final, es quien tiene que cargar su cuerpo, supuestamente, muerto, sufriendo el peor de los dolores, cargando a aquel niño que había sobrevivido de las garras de Lord Voldemort y que ahora era un adulto, que ya había sufrido como nadie, y que él no pudo salvar. Hagrid ha sufrido muchísimo en su vida, Ron, Hermione y sobre todo Harry fueron para él su familia, sus amigos, quienes lo aceptaron tal cual era. Hagrid es de los pocos personajes que aparecen en los siete libros y constituye uno de sus pilares. Todos amamos a éste grandulón.

McGonagall no aparece mucho en el libro, la vemos al final. Continúa empeñando ese papel protector sobre los alumnos, aunque ya no ocupa el puesto de subdirectora de Hogwarts, pues en su lugar están los hermanos, y mortífagos, Carrow. No la vemos en ningún libro hacer mucho para ayudar a la Orden del Fénix, pero en la guerra que se da lugar en el castillo, es quien toma el mando, guiando a otros profesores y miembros de la Orden, así como alumnos, para que ayuden y tomen diferentes lugares para proteger a los menos de edad y los que no quieren luchar, y darle tiempo a Harry para destruir la diadema. Los comentarios de McGonagall me encantan, sobre todo cuando llama “idiota” a Filch, siempre digo lo mismo, pero McGonagall dice e insulta a todos los que yo quiero insultar. Me alegra mucho que se convierta en la directora de Hogwarts después.

Aaaaaah, Molly. Molly es un poco, bastante, pesada con el tema de la sobreprotección, pero me encantó su fuerza maternal, que llevó a destruir a Bellatrix cuando ésta atacaba a su hija. Bellatrix nunca pensó que una simple ama de casa podría contra sus dotes y su magia oscura, pero aunque Molly aparenta ser todo dulzura, puede sacar a una fiera de su interior cuando se trata de sus hijos, y fue el sentimiento de protección lo que hizo que acabara con ella.

Percy estuvo siempre un poco alejado de su familia, por él y por ellos. Mientras todos eran vivarachos y alegres, Percy era recto y serio, tendiendo hacia lo correcto. Cuando Voldemort volvió, y su familia apoyaba a Harry y Dumbledore, Percy decidió alejarse de ellos y apoyar a Fudge. Cuando se dio cuenta de su error, intentó volver a su casa, volver con su familia, pero los mortífagos tomaron el ministerio y era peligroso para él ponerse en contacto con los Weasley. Vuelve para apoyar a la Orden en la batalla de Hogwarts, para redimirse, para volver al seno de su familia, y ésta lo recibe encantada, lo perdona al instante, porque los Weasley no son rencorosos, los Weasley siempre tienen los brazos abiertos para todos. Es una lástima que una vez por todas, en el momento en que está peleando junto a Fred, junto a uno de los gemelos que siempre lo embromaron y se burlaron de él pero con cariño, justo cuando podían tener una relación fraternal, Fred muere a su lado. Y son los gritos de Percy los que se escuchan, incluso es él quien no quiere dejar el cuerpo de su hermano en los escombros. Al menos Fred murió contento de estar peleando junto a su hermano.


Luna y Xenophilius Lovegood siempre fueron una familia un tanto extraña y extravagante para los demás, aunque los dos eran bastante felices y optimistas. Es cierto que desvarían muchas veces sobre algunos animales que no parecen existir, o al menos no se nos aclaran si existen (yo creo que sí), pero se pueden decir muchas cosas buenas de ambos: que siguen sus ideales, que prefieren decir la verdad que mentir solo para sobrevivir. Luna tiene su cuarto pintado con los rostros de Harry, Ron, Hermione, Neville y Ginny, a quien considera sus amigos, a los primeros amigos que ha tenido. Luna pasa un tiempo secuestrada en la casa de los Malfoy junto a Ollivander, por las cosas que Xenophilius escribía en el Quisquilloso en contra de Voldemort y el ministerio tomado por los mortífagos. Muchas personas se preguntan por qué Harry le puso a su hija Lily Luna, bien, hay quienes piensan que algunos de sus hijos debería llamarse Hagrid, pero por algo Harry decidió llamar así a su hija. A pesar de que Luna sufrió, fue torturada, intentaron que dijeran cosas sobre Harry, saber dónde estaba, qué tramaba; a pesar de que ella no sabía estas cosas, nunca dijo nada sobre Harry, nunca traicionó a su amigo. Luna tiene una fuerza, dicho tanto por Ron como por Harry, que nadie iguala; se ve como una niña un poco débil y tonta, pero tiene una determinación de hierro. Su alegría constante, simplemente por estar viva, provoca que en medio de la guerra, con muchísima gente muerta a su alrededor, Luna pueda conjurar un patronus casi sin esfuerzo para salvarlos a todos. Luna es un claro ejemplo a seguir, es de esas personas diferentes, que por tener otro tipo de mentalidad, más abierta, puede producir los cambios necesarios para todos.


Neville fue el héroe de la batalla. Cuando Voldemort muestra el cadáver de Harry quien da un paso adelante para poner resistencia en contra de los mortífagos y continuar la guerra es Neville. Ya sabemos que Neville es el elegido, y es quien mata a Nagini, el último horrocrux del Señor Tenebroso. En cuanto éste le obliga a ponerse el Sombrero Seleccionador y Harry salta vivo de entre los brazos de Hagrid, la espada de Gryffindor sale del sombrero para Neville, de la misma forma que apareció del sombrero en la cámara de los secretos para Harry, para acabar con el basilisco. Eso demuestra que Neville es un Gryffindor verdadero, aunque muchos dudaran de ello. Neville se convierte en el líder del Ejército de Dumbledore junto con Luna y Ginny en su séptimo año de Hogwarts, y cuando estas se marchan del castillo para las vacaciones de pascua, Luna termina secuestrada y Ginny se queda en su casa, Neville pasa a ser el único líder. Cuando los Carrow comienzan a torturarlo por apoyar a Harry y estar en contra de Voldemort, la Sala Multipropósito le ofrece un hogar, y después a todo el Ejército de Dumbledore. Al ser el más grande alborotador de Hogwarts, los mortífagos mandan a secuestrar a su abuela, pero se llevan una sorpresa al ver que no es una viejita débil, al fin y al cabo ella crío al auror Frank Longbottom, y ésta se libra de sus garras, poniéndose a salvo; por lo que no pueden chantajear ni callar a Neville con nada. Neville por fin encontró su lugar, demuestra que es un gran líder, es un elegido, así como Harry.

Quiero hablar un poco de Fred y Remus.
Fred es uno de los personajes que más feliz me hizo a lo largo de los libros, junto a su hermano gemelo, siempre tenía cosas ingeniosas y divertidas que decir, y una forma de romper las reglas. A pesar de ser los alborotadores de Hogwarts y los causantes de muchos dolores de cabeza de su madre y el enojo de Percy, Fred y George siempre creyeron en el bien, siempre lucharon por un mundo mejor para ellos y su familia, siempre quisieron hacer feliz a la gente, por eso fundaron una tienda de bromas, “Sortilegios Weasley”. Fred murió en combate, con una sonrisa en los labios, junto a Percy. Ningún miembro de su familia pensó que algo así pasaría, la llama de Fred se extinguió, y la luz de George se apagaría un poco desde entonces. A pesar de estar rodeado de su familia, no creo que fuera lo mismo para George desde entonces, quedarse solo, sin su mejor amigo, con quien compartía todo, lo bueno y lo malo, y con quien estaba siempre, desde que nacieron. Al parecer, George jamás pudo volver a realizar un patronus después de la muerte de Fred.

Remus es mi personaje favorito. Cada vez que entra en escena yo me vuelvo loca. Toda la vida ha sufrido discriminación por ser un hombre lobo y ha vivido solo, de lugar en lugar, desde que perdió a sus amigos. Al fin y al cabo, es el único de los Merodeadores que quedó: James murió, Sirius fue enviado a Azkaban, y supuestamente Peter también había muerto. Así que a Remus no le quedaba nadie. En el quinto libro, lo vimos un poco más animado, era parte de la Orden y Sirius estaba de nuevo con él, por fin era parte de algo. Pero los últimos dos libros ha estado más triste que nunca, Sirius murió y él se enamoró de Tonks; ambos estuvieron todo el año tristes, ella porque Remus la rechazaba y Remus porque la amaba, pero no se permitía a sí mismo estar con ella debido a la edad y a su condición peligrosa de hombre lobo. En “Las reliquias de la muerte”, cuando Harry, Ron y Hermione están en Grimmauld place, Remus llega a la casa y se dispone a acompañarlos en su viaje, dejando a Tonks embarazada en casa de su madre; el abandono de su hijo y esposa hace que Harry se enoje y le grite, lo insulte, lo humille, le diga cobarde; por supuesto Remus se enoja y se marcha de la casa. Tiempo después, el trío se entera de que volvió con Tonks y que Teddy ha nacido. La alegría de Remus por el nacimiento de su hijo se palpa en el aire, el deseo de luchar se renueva, porque ahora debe luchar por un mundo mejor para su hijo, a pesar de que nunca pasarán tiempo juntos. De pronto, Teddy se ha quedado sin padres. Harry es su padrino, así que pasa tiempo con Teddy y sus hijos se crían con él. Hasta el final de Remus es triste, es una persona que ha sufrido toda su vida, que ha vagado entre los lugares donde no era aceptado, y cuando por fin logra formar una familia, muere.
Cuando Harry utiliza la Piedra de la Resurrección, Remus es uno de los que aparece (junto a Lily, James y Sirius), probando que es gran parte de Harry, al fin y al cabo era amigo de sus padres y le enseñó muchísimas cosas, entre ellas, el hechizo por el que Harry sería alabado reiteradamente y por el que se conectaría con James, el patronus.

Llegamos a Ron. Ron es el traidor en este libro. Bueno, no. Siempre que Harry y él se han peleado por boludeces, terminan reconciliándose rápidamente y sin rencores. Pero esta vez es diferente. Ron quiso ir con Harry a buscar los horrocruxes, sin que él se lo pidiera, pues es su mejor amigo, casi como un hermano, y quiere ayudarlo y protegerlo; pero nunca pensó que la misión que les encomendó Dumbledore fuera tan a ciegas: no saben qué son algunos de los horrocruxes, no saben dónde se encuentran ni como destruirlos una vez que los tienen. Para proteger el relicario una vez que lo consiguen, deciden colgárselo del cuello, lo que ocasiona que estén enojados, frustrados y que transcurran por su mente todo tipo de pensamientos negativos. Ron que, más que los otros dos, ha sido guiado toda su vida por la envidia por sus hermanos, los brillantes, los graciosos, los fuertes, mientras que él es un bueno para nada, y la envidia por Harry, por ser el elegido y el centro de atención de todos, el collar le afecta más. Está cansado, estaba acostumbrado a las comidas sustanciosas de Hogwarts y su casa, y ahora pasa hambre, hasta se queja del pescado quemado y de la comida que sus amigos consiguen, ya que él no hace nada, así que está furioso por pasar meses sin encontrar algo. En un arrebato de cólera, abandona a los otros dos y aunque quiere volver enseguida, arrepentido, no los encuentra. 

Cuando está solo, perdido, escucha la voz de Hermione salir del desiluminador que Dumbledore le dejó en su testamento; por eso se lo dejó Dumbledore, porque sabía, o sospechaba, que en algún momento Ron los iba a abandonar, o, mejor dicho por Harry, que querría volver, y el desiluminador lo llevaría de nuevo con ellos; por supuesto, éste no lo hizo hasta que Harry y Hermione lo nombraron, ya que se habían prohibido a sí mismos el decir su nombre. Al final vuelve arrepentido y más decidido que nunca a hacer algo productivo para la misión y para conquistar a Hermione. Ron ha tenido muchos altibajos conmigo en la saga, hubo libros, como los primeros, que me parecía divertido, aunque torpe y un poco pesado al molestar a Hermione todo el tiempo, pero después se volvió peor, ya no hacía nada productivo, simplemente estaba ahí por estar, por ocupar el lugar de mejor amigo y nada más, ya ni sabía por qué estaba Ron en los libros. En éste, Ron toma en sus manos el rumbo de la misión cuando regresa, lo que sugiere un alivio para los otros dos, y recién ahí sentí que Ron hacía algo. Sin embargo, hablar de Harry y Hermione y no hablar de Ron es dejar un vacío que nadie más puede llenar, Ron es como un pegamento que mantiene unido al grupo, aunque en realidad es él quien causa la mayoría de los enojos entre los tres, si Harry no está peleado con Ron, entonces lo está Hermione, pero creo que nunca Hermione y Harry estuvieron peleados en serio. Pero es lo que hay, Ron es parte del trío, y el trío, obviamente, no sería nada sin él; las escenas de Harry y Hermione se vuelven aburridas y sosas sin Ron. En fin, que termine casándose con Hermione me parece de las cosas más idiotas que Rowling pudo hacer.

Hermione. El personaje decayó mucho, al menos para mí, a lo largo de la saga, igual que Ron. Al principio era la más inteligente del grupo, la que resolvía todos los acertijos, era valiente, incluso era la que en muchas ocasiones tomaba cartas en el asunto, fue quien golpeó a Draco, fue quien ayudó a Hagrid a idear un argumento para ayudar a Buckbeak, entre muchas cosas más, como el P.E.D.D.O. Pero llegó la edad en la que comenzó a gustarle Ron y ya se puso como una boba. El personaje sigue siendo inteligente, pero ahora no usa es inteligencia para ayudar, sino que busca ser la mejor en todo, busca ser reconocida, hasta se enoja con Harry en el sexto libro por usar el libro del Príncipe Mestizo, por lo que era el mejor en la clase y ella no. En el séptimo libro está pesadísima, pero al extremo, no quiere hacer nada de lo que los demás le proponen, solo buscar los horrocruxes y como ella diga, todo debe ser de una forma y no puede ser de otra. Escucharla hablar es un tormento. Por suerte es buena en encantamientos y los mantiene protegidos a los tres en su carpa, que mete siempre en ese bolsito que es el sueño de toda persona, porque podes llevar cualquier cosa dentro (ojalá yo pudiese hacer un hechizo extensible), y gracias a él se salvan el pellejo incontables veces. Algo para decir a favor, me dio muchísima pena, muchísimas ganas de abrazarla, porque su valentía no tiene límites: les hace un hechizo obliviate a sus padres para que no la recuerden y para que se muden a Australia, y así estén a salvo de los mortífagos. No cualquiera puede hacer algo así.

Llegamos a nuestro protagonista por fin. Debo admitir que mi Harry favorito es el de este libro, está mucho más sensible, se arriesga más por las cosas, se cuestiona más lo que suceden su alrededor y no se queda simplemente con lo que le dicen. El Harry de este libro está mucho más decidido, quiere encontrar los horrocruxes y terminar con Voldemort, pero también quiere conocer sus orígenes, lo que lo lleva a ser el amo de la muerte después. Los instintos de Harry se despertaron por fin, es gracias a él que descubren la mayoría de las cosas, ¿por qué? Porque Ron está papando moscas y Hermione es una cabeza cerrada que no cree en nada, en cambio Harry cree de inmediato en la existencia de las Reliquias de la Muerte, y sabe que con ellas logrará destruir a Voldemort, está seguro que Dumbledore eso quería; además, entiende en seguida que algo raro pasa con él y Voldemort porque su varita se mueve sola y lo defiende de Voldemort en una ocasión. La madurez de Harry es algo de admirar por fin. Cuando se entera de muchos aspectos de la vida de Dumbledore, de los recuerdos de Snape, del amor de éste último por su madre, y de todas las cosas que se da cuenta en este libro, decide aceptarlas como un hombre, perdona a los dos hombres porque sabe que todos los seres humanos tienen defectos, incluyéndose. Su bondad, sus razones indiferentes y no ambiciosas, puesto que no espera nada de los horrocruxes ni de las reliquias, él no quiere más fama, ni dinero, ni que lo reconozcan, Harry solo quiere que todo termine, quiere estar tranquilo por una vez en su vida y ser feliz, gracias a esto es que termina “volviendo de la muerte” y convirtiéndose en el amo de la muerte; hasta decide dejar la Varita de Saúco en la tumba de Dumbledore, usándola solo para arreglar su propia varita, a quien aprecia más y con quien se siente más cómodo. A pesar de que al principio si se enojó con Dumbledore por no contarle nada sobre su vida y las reliquias, después de ver los recuerdos de Snape, es que entiende lo que el director quería lograr, entendió por fin eso de “por el bien mayor”, decidió entregarse por los demás, porque eso es lo que debía pasar. 
Lo entendió y lo aceptó. Harry nunca quiso ser el elegido, eso lo obligaron a ser, él con gusto hubiese cedido su lugar, y eso es lo que lo convierte, casi irónicamente, en el elegido, porque no busca nada de eso, más que acabar con el mal. Su astucia, su inteligencia, lo lleva a salvar a todos. Y cuando se enfrenta a Voldemort, éste entiende muchas más cosas que el mago tenebroso, lo entiende porque no está cegado por el poder como él, porque Harry va más allá. Harry se convertirá en un héroe después, pero seguirá con su vida tranquila, una vida sin Voldemort, una vida sin secretos. Lo que más me gusta, es que en este libro valoró muchísimo más a los demás, a Luna, se dio cuenta de que ella era verdaderamente una de sus pocas amigas, a Neville, a quien le cedió su lugar cuando pensaba que iba a morir, a quien le confió la misión de acabar con Voldemort, a Hagrid, por quien corrió en medio de la batalla para intentar salvarlo... quienes siempre lo acompañaron.
Como dije, la última escena me parece demasiado sentimental, innecesaria, y me resulta gracioso que le haya puesto esos nombres a sus hijos: James Sirius, Albus Severus, y Lily Luna. Cero originalidad. Me parece estúpido ponerle Severus a su hijo, lo odió toda la vida y cuando se entera que lo “cuidaba” en secreto y que estaba enamorado de su madre, de pronto lo ama. Bueno...

Y hasta aquí las reseñas de Harry Potter, espero que les gustaran. Nos leemos.


Valentine.

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