sábado, 18 de agosto de 2018

Reseña: Reina de sombras


Reseña:

“Reina de sombras” de Sarah J. Maas.

Datos:
Título original: “Queen of Shadows”.
Año de publicación: 2015
Saga: Trono de cristal #4
Libro anterior: Heredera de fuego
Siguiente libro: Imperio de tormentas
Puntuación en Goodreads: tres estrellas.
Reseña número: #87.

         Reseña: Aelin vuelve a Adarlan para recuperar el amuleto de su madre que, su antiguo amo, Arobynn Hamel, el rey de los asesinos, robó cuando era niña; y acabar con el rey de Adarlan de una vez por todas.
         Mientras, Dorian lucha por mantenerse vivo y siendo él mismo dentro de ese Príncipe Valg al que su padre lo ha encadenado, los rebeldes tratan de mantener a los habitantes de Adarlan a salvo y Manon se cuestiona el deber de obediencia que tiene mientras sus brujas son utilizadas para dar vida a más príncipes Valg.

Opinión personal:
         Este libro es lo que yo pensé que me encontraría en el primero: descubrimientos muy épicos, personajes más consolidados, escenas que dices “wow” y que te quedas de boca abierta y no paras de saltar en el lugar. Entiendo que en una saga no metes todo en el primer libro, pero me refiero a la calidad de la obra. Recién en el cuarto libro de Trono de Cristal puedo llegar a entender porque algunos le llaman fantasía épica (porque hasta ahora era solo una saga de fantasía juvenil más). Recién es en este libro que puedo entender que a alguien le guste.
         El libro me gustó, me gustó de verdad, me la pasé emocionada con las nuevas cosas que se descubrían, por el crecimiento de los personajes y esos momentos en los que abrían los ojos y se encontraban una realidad diferente a la que imaginaban. En parte me parece un poco tedioso que me guste la saga recién desde el tercer libro porque si hubiese querido comprarla, no hubiese gastado mi dinero en los dos primeros, ya que no salen baratos y no valen la pena tampoco.

La historia tiene muy pocos momentos calmos, siempre está sucediendo algo. Mi mayor problema, sin embargo, es que Aelin (y el resto de los personajes) se proponen cierta meta, por ejemplo: hay que acabar con el rey de Adarlán, pero toda la preparación para eso lleva el libro entero y, en ocasiones, tengo la sensación de que no sucede nada, de que estamos esperando algo que detonará al final, pero en realidad sí suceden cosas. De hecho, no hay escenas en las que “no suceda nada”, siempre todas las escenas están aportando su granito de arena a la trama. Y va al ritmo justo, no se apresura y no va demasiado lento, se toma sus momentos para presentar a los nuevos personajes como Elide, Nesryn, Lyssandra y, al fin, Arobynn.

         La escritura está bien, hay algunas frases que me gustan bastante, sobre todas aquellas que describen la rabia de los personajes. Son geniales y más que nada en las mujeres, sobre todo por el Girl Power.

Manon, Lyssandra, Aelin y Elide
         
Sobre el Girl Power, debo decir que me gusta que la autora les dé visibilidad a mujeres que, a pesar de que son diferentes entre sí, todas tienen mucha fuerza en su espíritu, quieren salir adelante, lograr su libertad (de cualquier tipo) y ser ellas mismas. Nehemia, Aelin, Nesryn, Elide, Manon, Lyssandra, incluso Killian, las Trece, Sorscha (aunque no me gustara mucho su personaje), son mujeres que intentan sobrevivir en un mundo que sólo las quiere como adorno. Las mujeres que luchan, deben además luchar por ser reconocidas como iguales dentro de un mundo de hombres. No son las chicas sumisas que dejan que el varón las guíe, no, ellas solas pueden pelear y abrirse camino para conseguir lo que quieren y lo que creen correcto. Se necesitan muchas protagonistas femeninas así, principalmente en la literatura que va dirigida a los jóvenes.

         El mundo de Trono de Cristal se expande con cada libro, en el anterior nos demostraron que había otros continentes, no sólo otras naciones y otras razas. Y, aunque en este no es que se explore un lugar completamente nuevo, sí sabemos más de la historia de los reinos y cómo está formada la propia capital de Adarlan que antes apenas se nombraba.

         La acción y la magia me gustaron mucho en este libro. Y ese final. Dios, Dorian es una potencia que yo no veía venir, nada del final lo veía venir, en realidad. Y Lyssandra es increíble. Simplemente, me gusta mucho como esta señora describe las escenas de acción, sientes toda la tensión y la urgencia, y las ganas de estar luchando allí, con ellos. Descripciones así me dan ganas de leer mucha fantasía.

         Por fin, vamos con los personajes.

         Aelin es una badass en este libro (aviso para los que no sepan, que Celaena y Aelin son la misma persona). Tiene muchísima fuerza propia, es una chica que acaba de atravesar su infierno personal, del que no podía salir, lleno de culpas, remordimientos, odios, venganzas, y tomó todo esto y lo enfocó en llevar a cabo sus planes. Está lista para hacer todo lo que debe hacer y lo hace sola. Incluso aunque Aedion y Rowan todo el tiempo le piden que cuente con ellos dos, Aelin prefiere hacer las cosas sola, esto, al contrario de parecerme arrogante, me gusta, nos demuestra la capacidad de ingenio y de crear estrategias y planes de nuestra protagonista. He escuchado opiniones que dicen que ya no le gusta esta protagonista, que preferían a la de los dos libros anteriores y no lo entiendo, porque Aelin es algo nuevo, poderoso, fresco, y Celaena es igual a muchísimas protagonistas que ya habíamos visto. No es que Aelin deje de ser Celaena, pero estamos ante una mujer valiente (lo contrario a Celaena), que está segura de lo que quiere hacer (al contrario de Celaena), y que toma las riendas de su vida y su reino (al contrario de Celaena). No sé, Aelin me gustó mucho.

         Dorian pasa por bastante en este libro. Su cuerpo está a manos del Príncipe Valg que ahora está dentro de él, quien lo obliga a ver torturas, creo que incluso a practicarlas, a decir cosas horrendas a las personas que lo aman y a comportarse como un verdadero demonio. Mientras, el verdadero Dorian navega sin recordar su nombre o el de sus amigos, sólo recuerda aquella que fue su amada, Sorscha, pero tampoco recuerda su nombre, sino lo que sucedió con ella. Nos damos cuenta, por fin, de la verdadera fuerza de Dorian, de aquella fuerza inquebrantable que no permite que el Príncipe Valg lo domine por completo, esa fuerza que le brinda un escaso momento para ser él mismo y hablar con Manon y casi rogarle que lo mate, la fuerza que, al creer a su mejor amigo muerto, hace que se desprenda por completo del Príncipe. Y la batalla final a manos de Dorian y Aelin es épica, aunque no sabemos cuánto es su poder hasta que Rowan dice que es una fuerza tan grande que pudo consumir a Aelin. Dorian me dejó con la boca abierta.

         Chaol no me gustó para nada. Hasta ahora había sido mi personaje favorito, pero en este libro cada vez que aparecía me daban ganas de matarlo, me aburría, no me llevaba a nada. Después de que los acontecimientos de Wendlyn se llevaran a cabo y se comenzara a matar gente en las plazas, Chaol toma el mando de los rebeldes, convirtiéndose en uno. Cuando Aelin llega le recrimina no tener refuerzos, no haberlos ayudado, no ayudar a Dorian, entre muchas otras cosas que extiende por todo el libro. De la nada, Chaol quiere a Dorian de nuevo (cuando en el libro anterior no estaba seguro de poder volver a ser su amigo) y ya no siente nada por Aelin. Sarah J. Maas dio una vuelta completa a Chaol que no es creíble y que no me gustó. También de la nada quiere a Nesryn, y me pasa con ella lo mismo que con Sorscha: no es creíble.

Rowan es una mole muy tierna a veces. Muy enojona cuando se meten con Aelin, es cierto, pero tampoco lo veo como alguien posesivo. Había escuchado eso de Rowan, entonces me preparé para que el personaje no me gustara, y la verdad es que sí me gusta. No me parece posesivo porque, a pesar de estar de acuerdo con las acciones de Aelin o no, deja que ella tome las decisiones que quiera, que sea libre, no lo dice “no saldrás de aquí porque yo lo ordeno”, no, al contrario, si ella desaparece en la noche, cuando regresa le pregunta qué descubrió o qué hizo, siempre recordándole que él puede ayudarla, pero no imponiéndose. Tampoco es posesivo en un plan amoroso: Aelin y Chaol trabajan juntos y Rowan nunca se queja, nunca dice absolutamente nada al respecto, ni siquiera se muestra como un machito alrededor de ella o algo por el estilo; incluso Rowan sabe que está durmiendo en la cama de Sam y usando algo de su ropa(el viejo amor de Aelin) y lo único que piensa es ayudarla a vengarlo. A mí Rowan me gusta mucho.
        
        Aedion estuvo un poco perdido en este libro. En La heredera de fuego, lo vimos bastante activo, con ganas de hacer muchas cosas, y en Reinas de Sombras está muy pasivo, siempre esperando las órdenes de Aelin en lugar de hacer algo por sí mismo. Además, como Aelin siempre hace las cosas sola o prefiere hacerlas con Rowan, vive quejándose y haciendo especie de escenas de celos (más que nada cuando descubre que Rowan hizo el juramento que él quería hacer). Hacia el final mejora, toma más protagonismo en las batallas de Aelin y acepta a Rowan, incluso ambos desarrollan una amistad. 

        Manon es sorprendente. Creo que, de todo el libro, es el personaje que más me gustó. En Reina de Sombras la vemos un poco más “humanizada”, no es que sea algo necesario, pero la maldad primeriza del libro anterior no llevaba a nada, en cambio, es en esta entrega que comienza a cuestionarse las ordenes de su abuela, lo que están haciendo con las brujas, comienza a escuchar a sus Trece, que le piden por favor que termine con todo lo que les están haciendo, incluso se apiada de Elide y la toma bajo su protección (más allá de si la quiere como espía al principio, al final la termina salvando sin querer recibir nada a cambio). La mayoría del tiempo estuvo peleando con su segunda al mando y prima, Asterin, hasta que al final entiende lo que su prima le quiere decir y es cuando la vemos dejar toda esa maldad y ser más empática. Además, las últimas escenas que protagonizan las Trece, Manon, Elide y Kaltain es sororidad pura.


        Elide es un personaje que, al inicio del libro, me resultaba un poco insoportable porque no entendía por qué me podría interesar a mí su historia, aparte era un poco como los personajes femeninos que a mí no me suelen gustar (intento ser fuerte, valiente, y nosequé, y no lo soy), hasta que comencé a descubrir (y ella también) su lugar en la historia. Se nota que, a pesar todo lo que le ha sucedido y lo que quieren hacer con ella, tiene coraje para pedir ayuda a un montón de brujas come humanos e idear un plan para escapar y salvarse. Elide no será una de mis favoritas, pero hacia el final sí me gustó. 

Lyssandra fue asombrosa. Al principio dije “otra pesada”, después “otra Nehemia”, y después “omaigá”. En parte sí es otra Nehemia, toma el lugar de Nehemia y la propia Aelin lo afirma: que no puede dejar que Lyssandra muera o que le pase algo, porque su pérdida sería igual que la pérdida de Nehemia. Sin embargo, tiene mucha fuerza por sí misma. Es muy valiente, lo que hace por Evangeline, su protegida, a la que iban a prostituir como a ella. Olvidé mencionar que Lyssandra es una prostituta, de la alta sociedad, pero prostituta igual, pero básicamente porque la han obligado; todos estos años, los mismos que Aelin casi, ha sido obligada a vender su cuerpo para pagar “la deuda” que tiene con Clarissa (la mujer que la obliga a prostituirse) porque esta la salvó de las calles, lo mismo que Aelin con Arobynn, excepto que este la obligó a matar. Aelin la ayuda mucho a empoderarse, a aceptar toda esa magia que hay dentro de ella y no temerle, a levantarse y luchar. Es una amistad muy bonita y Lyssandra es fenomenal. 

     Nesryn no me llamó tanto la atención, pero no podía no hablar de ella, y no por su relación con Chaol, sino porque Nesryn podría ser perfectamente una chica acomodada y, sin embargo, decide apoyar a los rebeldes, salvar inocentes y, después, asociarse con Aelin (está más de acuerdo asociarse ella que Chaol). Es una mujer muy segura de sí misma, que sabe lo que vale como mujer, como arquera, como rebelde. Su relación con Chaol no me gusta porque la veo salida de la nada, pero no porque tenga algo contra ella. El último equipo que Lyssandra, Aelin y ella forman es espectacular. Literalmente las tres salvaron la batalla, salvaron a los personajes masculinos, y es genial. Eso a Sarah no se lo voy a quitar.  
  

         Arobynn es el ser más asqueroso que vi en mi vida. Sí, el rey es un genocida, un asesino, pero lo reconoce, en cambio Arobynn es la víbora más arrastrada de todas. Hace cosas demasiado embusteras. Es el rey de los asesinos, exactamente por su facilidad para decir palabras bonitas, pero completamente vacías y escurrirse por ahí. Siempre anda traicionando a TODO el mundo. Lo odio.

         Sobre el Rey… Dios, ahora sí entiendo todo y me voló la cabeza.

         De forma conclusiva, el libro sí me gustó, es muy entretenido, los personajes femeninos son geniales (los masculinos también, pero… you know). La saga no se convertirá en una de mis favoritas, porque recién es este libro el que me gusta; el anterior sí me gustó, pero hasta ahí nomás, es este el que me dejó encantada.

          Valentine.

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