martes, 29 de agosto de 2017

Reseña: Serás mía o de nadie: la verdadera muerte de Delmira Agustini

Reseña:

“Serás mía o de nadie: la verdadera muerte de Delmira Agustini” de Diego Fischer.

Datos:
Título original: Serás mía o de nadie: la verdadera muerte de Delmira Agustini”.
Año de publicación: 2013.
Libro autoconclusivo.

Reseña: Sobre la vida de Delmira mucho se ha escrito, pero poco de su muerte. Diego Fischer intenta brindar luz sobre los acontecimientos que llevaron a Delmira, y su ex esposo, Enrique, a la muerte en la habitación en la que él vivía. Son muchos los factores que influyeron en sus muertes, pero uno es crucial: la madre de Delmira.
La poetisa uruguaya, joven, hermosa y talentosa, era la niña mimada de su madre (y de todas las personas a su alrededor) quien quería dominarla hasta en el más mínimo detalle; una mujer manipuladora y egoísta. Los trastornos que Delmira sufrió por su culpa no le permitían mostrarse a los demás como era, Enrique fue una de las pocas personas con quien sí pudo. Pero su madre no estaba de acuerdo con su relación. Y de forma arrolladora, el corto matrimonio de Enrique y Delmira tuvo fin; convirtiéndolos a ambos en seres infelices.

Opinión personal: El libro estuvo bien. Había leído “Al encuentro de las tres Marías” del mismo autor y me gustó bastante más que este, quizá porque estoy más familiarizada con Juana de Ibarbourou que con Delmira Agustini, ambas poetizas uruguayas del siglo XX.

La edición del libro que tengo no es muy buena. Está linda, no tiene mala ortografía y el estilo está bien. Es la edición del diario EL PAIS (Uruguay) que sacó este año (2017). El problema es que es de bolsillo y la letra es minúscula, en vez de hacer las letras más grandes, pues el tamaño del libro no me importa, decidieron que era mejor ahorrar. Y yo supe todo esto cuando ya lo había comprado.


Me pareció que el libro estaba bien, pero me aburrió un poco. En realidad esperaba más, una historia que me atrapara, más allá de ser un relato de los hechos. Como los libros de Fischer, al menos estos dos que leí, mezclan datos reales en los que el autor se basa para realizar la historia, con diálogos y algunas escenas inventadas por el autor, uno espera que al menos tenga más emoción. También me sucedió que los datos que el autor utiliza, y pone en el libro, me aburrían mucho; no me refiero a cartas, porque en todo caso está bien, si no a sentencias de divorcio, aviso de cosas legales que a mí no me interesaban; con que hubiese puesto: «tal día llego la sentencia de divorcio» ya alcanzaba, al final ya me salteaba todo lo que tenía que ver con cosas legales.

Lo que Fischer pretendía era que se supiera más sobre la muerte de los amantes, es decir, arrojar luz sobre los hechos reales, y los factores que llevaron a ello, porque mucha gente sólo se fija en que Delmira era una tonta o Enrique un asesino, pero no se preguntan por qué pasó la tragedia. Diego sí aclara estas cosas, pero cuando leí la escena de su muerte, no sentí nada, esperaba más párrafos, aunque sean inventados (ya que el autor no sabe realmente que sentían Delmira y Enrique) sobre los sentimientos de ambos. Me supo a poco.  Lo sucedido en torno a su muerte, la decisión que tomaron, en el libro me pareció un poco apresurada, comprendí lo que pasó pero no caló hondo en mi mente ni me produjo nada. El acto en sí fue muy rápido, fue demasiado la explicación que Fischer dio para lo corto de la escena.

Los personajes no me llegaron mucho, no como lo hizo Juana, por ejemplo. Delmira me pareció un poco insulsa, no veía en ella el encanto que todos los demás, incluso escritores famosos. Entendía que se comportaba como una niña por la sobreprotección que su madre tenía sobre ella. Fue una niña que nunca pudo ir a la escuela y a quien mimaron sus padres hasta el aburrimiento, no le permitieron ser normal desde que descubrieron que escribía poemas. Pero a medida que fue creciendo, fue desarrollando una especie de doble personalidad, donde en ocasiones, más que nada cuando se disgustaba o enojaba, se comportaba como una niña o cuando quería tomar las riendas de su vida, cuando estaba con Enrique por lo general, lo hacía como una mujer, una mujer apasionada e inteligente. Sin embargo, repito, a mí me pareció muy insulsa.

Enrique era un hombre con muchas facetas. O al menos yo lo vi así. A veces era autoritario y un tanto agresivo, en otras ocasiones tierno y dedicado; y entiendo que sea así porque es humano. No sé cuánto amaba a Delmira, todos sus allegados decían que muchísimo, pero yo no llegué a apreciarlo. Me parece que la admiraba por su belleza e inteligencia, pero ni siquiera llegó a conocerla, por las reglas de la época, hasta después de que se casaron. Me gustó que Fischer se encargara de conocerlo también, y ayudarnos a conocerlo, y no se centrara sólo en Delmira.

María, madre de Delmira, es un monstruo, como dijo Enrique. Siempre, utilizando su enfermedad como manipulación, logró que su familia hiciera lo que ella quisiera. Su esposo e hijo nunca decían nada en su contra, en cambio, la apoyaban. Delmira estuvo realmente sola en contra de su madre, a quien además quería y por quien tenía mucho respeto, por lo que ni a los últimos momentos pudo escapar de sus garras.

Santiago Agustini fue un hombre ambicioso e indiferente con respecto al sufrimiento de su hija, es cierto que la quería muchísimo, era su sol; sin embargo, permitió que su esposa hiciera lo que quisiera con ella. Un hombre al que sólo le importaban el dinero y los bienes, por tenerlos, por acumularlos. También creo que de esta forma hizo daño a Delmira, ella era como otra más de las joyas que poseía, bonita y grácil, pero no le interesaba lo que Delmira sintiera realmente. Ni su otro hijo.


Quiero mencionar a Aurora Curbelo Larrosa, ella me gustó mucho. Era la amiga y confidente de Delmira, además de su médica. Fue la cuarta mujer en graduarse como doctora en Uruguay, y ejerció la medicina en Montevideo primero y después en la clínica de su padre, en Minas. Me pareció una mujer sumamente fuerte y decidida, y supongo que tenía que serlo si quería graduarse en una profesión en la que reinaban los hombres, pero también porque intentaba demostrarle a Delmira que su madre no le daba el espacio suficiente, a pesar de ser mayor de edad. De hecho, cuando Aurora le realiza a Delmira un examen médico antes de la boda y comprueba que es virgen (supongo que eso era normal para la época), Aurora le pide a María que se retire pero esta no lo hace, ni siquiera cuando la que se lo pide es Delmira. Al final es quien se entera primero de la muerte de Delmira (de sus familiares o amigos), y se dice a sí misma que quizá pudo ayudar a Delmira, pudo hacer algo, para que su final no fuera ese.

Obviamente, el libro retrata muy bien a la época hipócrita del Montevideo de principios de siglo XX. Sigue siendo hipócrita, como el mundo entero, nada más que antes lo disfrazaban detrás de palabras bonitas.

De forma conclusiva, el libro es muy interesante, me gusta saber las historias de las poetisas de mi país, y creo que Diego hace un buen trabajo al investigar. Sin embargo, se queda corto con la formación, con el ensamble de toda la obra, y le da más importancia a las sentencias, o cosas aburridas por el estilo, en vez de desarrollar más a los personajes o situaciones; al menos a Delmira y Enrique, y su relación, y su muerte.

Saludos y nos leemos.


Valentine.

No hay comentarios:

Publicar un comentario