martes, 21 de agosto de 2018

Reseña: Imperio de tormentas


Reseña:
“Imperio de tormentas” de Sarah J. Maas.

Datos:
Título original: “Empire of Storms”.
Año de publicación: 2016
Saga: Trono de cristal #5
Libro anterior: Reina de sombras
Siguiente libro: Torre del amanecer
Puntuación en Goodreads: cuatro estrellas.
Reseña número: #88.

Reseña: Después de librarse del Rey de Adarlan, Aelin y su grupo están listos para volver a Terrasen y comenzar su guerra contra el Rey Valg: Erawan. Sin embargo, no son bienvenidos por los nobles de Terrasen. Para encontrar una forma de avanzar contra Erawan, conseguir aliados y ganarse el título que le corresponde, Aelin realiza una serie de planes que involucra nobles, piratas, hadas y asesinos y ladrones del desierto, además de su propio grupo variopinto.

Opinión personal.

         El libro estuvo MUY bien. No sé si puedo decir que me encantó, pero me gustó muchísimo. Con este libro la saga alcanzó un punto casi insuperable.
         Para esta reseña no quiero repetir lo mismo que en las anteriores. Hay varios puntos que me gustaría tratar más a fondo, algunos positivos y otros negativos (desde mi punto de vista). De forma general: sí, la acción es tremenda y está todo el tiempo; los personajes y sus relaciones avanzan un montón; la trama no decae; el final me dejó con el corazón en un puño.

        Ahora. Una de las cosas que más me molestaron en el libro son las escenas sexuales y toda la carga y tensión sexual que comienza a tener. No es que me moleste porque yo sea alguna especie de puritana, no, me molesta porque no tiene nada que ver con el resto de los libros. En las entregas anteriores, el tema del sexo estaba presente como algo secundario, los personajes sentían atracción el uno por el otro y tenían relaciones sexuales, pero no mucho más. En cambio, Imperio de tormentas se convirtió en el típico libro de fantasía Young-adult que tiene sexo, en el que todo el rato los personajes quieren y tienen relaciones, en que absolutamente TODO y TODOS gira alrededor de eso. Había muchas escenas donde sobraba. Por ejemplo, Aelin y Rowan tienen relaciones por primera vez y cuentan absolutamente toda la escena como la contaría Nalini Singh (El gremio de los cazadores o Psy-Cambiantes), en una escena súper descriptiva donde él la tiene súper grande y no sé qué; después cada vez que están solos tienen relaciones sexuales, incluso mientras están en momentos importantes y es impensable e inverosímil, no viene al caso de ningún modo y eso es lo que me molesta. Ya Chaol y Aelin tuvieron sexo y no me molestó, me parecía lo más normal del mundo y que Aelin y Rowan tengan relaciones también me parece lo más normal del mundo, pero no en las situaciones que se dan, porque ya se vuelve ridículo. La saga pasó de ser una saga de fantasía juvenil a alguna cosa media morbosa llena de sexo y hadas. Otros personajes también sienten atracción sexual por otros personajes o directamente tienen sexo, así que esto se multiplica. 

         Siento la saga se hace muy larga sin necesidad. Ya comencé a leer el sexto libro (Tower of Dawn) y falta uno más, el último supuestamente. Y sí han pasado muchas cosas, pero no tantas como para ser siete libros (además, los libros son bastante largos). Siempre voy a decir que el primero y el segundo podrían estar fusionados porque no aportan nada a la saga. Y quizá el tercero y el cuarto también, o al menos una parte. Ya comencé a olvidar qué sucede en cada libro por separado, entonces no le veo el punto a que sean tantos. En este hay mucha acción, pero, al final y al cabo, no es más que Aelin reuniendo gente y quizá eso podría ser la mitad del libro. Tower of Dawn se ocupa solamente de Chaol intentando recuperar la movilidad de sus piernas y de una tal Yrene (y una nueva nación), este libro podría estar fusionado con Imperio de Tormentas y no cambiaría nada.

         Me gusta que cada vez tengamos más escenarios para ver. Al principio me quejaba que lo único que conocíamos era el castillo de Rifthold. Ahora hay reinos enteros para conocer y es algo que le veo muy positivo. Creo que la autora construye su mundo de apoco, de todas formas, como si las cosas se le ocurrieran por el camino.

        
       Una de las cosas que más me gusta de la saga es el papel de las mujeres. Aelin, Manon, Nehemia, Elide, Lyssandra, Nesryn, Las Trece, Sorscha, Yrene, todas las brujas en general, Kaltain, entre todas aquellas que estaré olvidando… todas son mujeres fuertes, mujeres que saben su valor, que luchan por lo que quieren, que, aunque el miedo o la pena o el dolor las esté sofocando, logran salir adelante por su propia fuerza de voluntad. De todas ellas mis favoritas son Manon y Lyssandra; Manon, a pesar de que hace siglos sigue las órdenes de su abuela, de su matriarca, logró desvincularse de ella y quitarse la venda de los ojos por el bien de sus Trece, de sus amigas y compañeras, y por hacer lo correcto ante un mundo negro que sólo quería usarlas  como hacedoras de vida y como soldados (no muy alejado del pensamiento patriarcal de nuestros días, ejem); y Lyssandra ha pasado su vida bajo el mandato de una mujer que sólo quería sacar dinero  de su cuerpo, y a pesar de que sus años de esclavitud estaban terminando, decidió que se extendieran para que una niña no tuviera que vivir lo que ella. Y las dos son unas genias luchando. 
Y no quiere decir que no me gusten los hombres de la saga, personajes como Dorian, Rowan y los compañeros de Rowan, y sobre todo Aedion, me encantan. Y me gustan sobre todo porque respetan a las mujeres, porque reconocen el valor de sus compañeras en la guerra y nunca las cuestionan por el mero hecho de ser mujeres. Incluso hay una escena en la que Elide está menstruando y es necesario que ella y Lorcan vayan por suministros, es decir, vendas (como toallas higiénicas) y ropa para cambiarse, y Lorcan en ningún momento se queja o está pensando que Elide es una carga, algo que sí he visto en otros libros o en los propios hombres que me rodean.

         Para concluir, hay situaciones en las que no comprendo al cien por ciento lo que está sucediendo. Hablo de las situaciones en las que se vincula el pasado con el presente más que nada. Hacia el final se entiende un poco más, pero me parece que la autora da por hecho que se entiende cuando no es así, y esto se ve principalmente en el personaje de Aelin, que siempre va a un paso adelante del resto y siempre sabe lo que se supone que no debe saber. No creo que esto sea tan bueno, no siempre al menos. Porque entonces el personaje de Aelin parece superpoderoso y no es algo que yo vea positivo, me gustan más los personajes que se equivocan y que aprenden con el lector, porque, el hecho de que Aelin sepa más que el lector está bien (es un recurso que genera sorpresa) pero se sobrexplota y ya al final cansa.

         En fin. El libro me gustó bastante, espero que se le de un buen cierre a la saga y que no quede todo colgando y vuelva a ser lo de los primeros dos libros. Entiendo que uno evoluciona cuando escribe y espero que Sarah J. Maas continúe evolucionando.

Valentine

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