sábado, 2 de junio de 2018

Reseña: Hablemos de Berserk.


Hablemos de Berserk.

Berserk es un manga creado por Kentaro Miura. Cuenta con 39 tomos publicados (en Japón) y comenzó a publicarse en 1988 cuando el mangaka lanzó un prototipo de la obra. Sí, Berserk tiene treinta años. El mayor problema para los fans de Berserk, y para su propio autor, es que su ritmo de publicación es bastante irregular, hay años que Miura lanza tomos seguido (uno por año, por ejemplo) y hay años en los cuales no lanza absolutamente nada, de forma que Berserk ha tenido muchos parones que resultan del propio aburrimiento del autor, que quiere hacer otras obras y acabar Berserk con la calidad que se merece.

Hay muchísimos vídeos explicando Berserk y su complejidad al detalle, así que esta entrada será sobre mi opinión, como siempre. Contiene spoilers.

El manga cuenta con una adaptación al anime de veinticinco episodios (1997), con tres películas que retoman el mismo arco (La edad dorada) que el anime anteriormente nombrado, y un nuevo anime que cuenta con dos temporadas de doce episodios (2016-2017), que todo el mundo odia, por su horrible animación y su falta de alma, básicamente.

¿De qué trata Berserk? Yo, siempre fiel al orden cronológico, diría que es la historia de cómo la Banda del Halcón se vuelve una banda de mercenarios muy prospera, que es traicionada por su líder, y, siendo uno de los pocos sobrevivientes de la masacre que diezmó al grupo, Guts (el protagonista) va cazando apóstoles y demonios por ahí, e intentando vengarse (de Griffith) y que su amor, Caska, se recupere. Peeeeeeeero, nunca vas a encontrar esa sinopsis. El argumento de siempre se refiere a la mitad de la historia, porque el manga comienza por la mitad. Comienza contando cómo Guts, un mercenario huérfano, caza demonios y apóstoles en compañía de un elfo llamado Puck, y después encuentra a su amor a la que creía a salvo por ahí (es decir, Caska estaba a salvo, resguardada, y después resulta que no es así) y muchas cosas más; pero antes de encontrar a Caska, por varios tomos, la historia cuenta la infancia de Guts y su paso por la Banda del Halcón y todo lo que ya expliqué que pasó, para luego centrarse nuevamente en el presente.

Yo conocí Berserk por medio de las tres películas. En ese momento recién estaba empezando a ver anime y Berserk fue el primer manga que leí (vaya forma de comenzar). En el momento, y todavía lo sostengo, me pareció una obra fantástica, porque contiene muchos elementos que a mí me gustan: la fantasía, obviamente, la temática angelical-demoníaca (los apóstoles y demás bichos raros), un personaje que se ha convertido en uno de mis personajes favoritos, es decir, Griffith, mucha oscuridad, un dibujo que raya la perfección, una historia muy interesante y, al principio, un buen ritmo.

¿Qué pasó con Berserk entonces? Me pasó con Berserk lo que a la mayoría y, creo yo, al propio Miura: me aburrí. El manga se divide (hasta ahora, 2018) en cinco arcos: El guerrero negro, donde se cuenta como Guts caza a los demonios y apóstoles, cómo conoce a Puck, etc.; La edad dorada, donde se narra la infancia de Guts y su paso por la Banda del Halcón; Castigo, donde se integran otros personajes como Isidro, Farnese y Serpico y ocurre toda la quema de "herejes" y el Eclipse; El Halcón Milenario, donde aparece Griffith todo esplendoroso y busca gobernar el mundo (básicamente) y Guts y sus amigos se enfrascan en un viaje para recuperar la memoria de Caska; y Fantasía, cuando Griffith hace que el mundo onírico, el mundo de las criaturas que no creemos reales, se fusione con el mundo de los humanos.

Mi problema es que el único arco que realmente disfruté fue La edad dorada, allí se nos ofrecía un tipo de historia muy entretenida, con personajes entrañables. El guerrero negro no es muy largo y me dio un poco igual, de hecho, no me acordaba de su existencia, pero estuvo bien. Castigo es un poco complicado, porque siento que fue muy interesante pero innecesariamente largo, o sea, no creo que sea innecesario desarrollar todo bien, pero en realidad la acción transcurre en muy poco tiempo y, aunque sí tiene peso en lo que sucede después, no es tanto como para abarcar tantos tomos. Y luego viene el verdadero problema: El Halcón Milenario y Fantasía, ambos son absurdamente largos, y, esta vez, innecesariamente largos. En su viaje a la isla de los elfos, los personajes se detienen DEMASIADAS veces, incluso un tomo entero narra una pelea que queda en nada, porque después Guts y el Rey/Dios de los Kushan se van cada uno por su lado y yo no entendí para qué se pelearon en primer lugar. Después se detienen por varios tomos más en una pelea con piratas que no aporta NADA a la historia, sólo un personaje más que se pudo obviar. Y por fin llegamos al momento esperado hace como diez tomos. SÍ. Porque estos dos últimos arcos abarcan más de diez tomos en total, más diez tomos de puro relleno (desde el capítulo 177 al 350, digo 350 porque es cuando la cosa se pone interesante).

Tardé tres años en leer Berserk, leí hasta Castigo en la primera tirada y me aburrí. Al siguiente año retomé y leí unos tomos del Halcón Milenario, y por fin el año pasado retomé otra vez y me obligué a terminarlo. Y ya, por suerte, lo hice en enero de 2018. Obviamente terminar de leer lo ya publicado. Porque me parece que la historia tiene para rato, conociendo a Miura lo va a alargar innecesariamente otra vez.

Entiendo que hay muchas aventuras para contar, pero el hilo principal ya es demasiado complejo y da para contar mucho, como para que nos vayamos por otros hilos que se nos cruzan en el camino, principalmente si no aportan nada.

Voy a seguir leyendo el manga cuando se publique bastante porque quiero descansar de Berserk y dedicarme a otros mangas.

Obviamente tengo presente a Berserk como una obra maestra y siempre lo utilizo como guía por su dibujo y la complejidad de historia y personajes, así como la formación de su mundo.

Valentine



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