domingo, 9 de julio de 2017

Reseña: TEN

Reseña:

“Ten” de Gretchen McNeil.

Datos:
Título original: “Ten”.
Año de publicación: 2012
Libro autoconclusivo.

Reseña: Meg y su amiga Minnie acuden a la fiesta de una solitaria mansión en una isla. No le han avisado a nadie en donde se encuentran, se aproxima una tormenta y los invitados a la fiesta son un tanto extraños. Lo más extraño es que la anfitriona no se encuentre en casa. Solos, los diez chicos, comienzan a ser cazados por alguien que no saben quién es. Podría ser uno de ellos. Podría existir una onceava persona en la isla. Lo importante es confiar los unos en los otros e intentar resolver el misterio.

Opinión personal: El libro no ha estado mal, me sorprendí bastante al saber quién era el asesino (algo que veo esencial en un libro de misterio o suspenso) y en realidad el ritmo es bueno, no de maravilla, pero te mantiene enganchada. Además, es bastante corto y los capítulos son pequeñísimos. Pero está plagado de clichés. Antes de pasar a los personajes, las fuentes más grandes de clichés, hablemos en general.

La escritura es bastante simple, podría ser mucho mejor. El libro en sí tenía mucho potencial para crear gran suspenso y hasta miedo, pero como es más bien simplón, no te produce nada de eso. En vez de escribir la historia de forma más compleja o con un poco más de descripciones, de forma que haya suspenso. Uno de los aspectos que no me gustaron es que la autora hace énfasis en la relación amorosa de Meg y T.J. en vez de en los asesinatos; todos estaban muriendo de uno en uno, no saben qué sucede, no saben quién es el asesino, y ellos dos besándose. No tiene sentido, ninguno. Porque ni siquiera es un beso de «oh, vamos a morir. Bésame.». Es un beso salido de la nada, por calentura. No me hubiese molestado que ellos se gustaran, pero ya ir al extremo de amarse... bueno. Tampoco pretendo que la relación no esté, porque además de la trama de los asesinatos, casi con el mismo protagonismo, está la trama amorosa y el dilema que causa que Meg y T.J. se gusten, ya que a Minnie también le gusta él y no quiere que esté con Meg, entonces esta última se siente culpable y al mismo tiempo T.J se enfada porque Meg se siente culpable, y así todo el libro.


Todo el escenario es bastante cliché: una mansión moderna en medio de una isla, afuera ruge la tormenta y se corta la luz. No hay manera de avisarle a nadie, el ferry no viene a buscarlos hasta dentro de unos días. Nadie le ha avisado a sus padres a donde van; no me parece una cosa de niños de mamá avisar en nuestras casas donde estamos, es para que no pase exactamente esto, para que no muéramos, no vuélvamos más y nuestras familias no sepan nada de nosotros; a algunos les parecerá exagerado, pero con toda la inseguridad que ronda por nuestras calles, decir a dónde vas antes de salir es la mejor opción.
Todo el tema misterioso que hay que averiguar a través de un diario está bastante interesante, siempre me gustó eso de ir encontrando las pistas de a poco, peeeeeero... las razones son muy idiotas, da la sensación de que a la autora no se le ocurrían razones para que esos diez personajes estuvieran en la isla y se puso a tirar bobadas, razones insignificantes. Ya sé que lo que para mí es una nimiedad para otra persona puede ser el mundo, pero en este caso, en esta novela de asesinatos en serie, planeados y estructurados, era necesario algo mucho más grande y contundente, razones que te hagan apoyar al asesino. No quiero nombrar las causas para no hacer spoiler, pero son del estilo de: «quiero que muera porque por su culpa me saqué una mala calificación», «quiero que muera porque no le gusto».

Los personajes son lo más cliché del mundo.


La protagonista, Meg, es una chica tímida, pero que siempre tiene algo ingenioso que decir aunque no se anima. Es una escritora solitaria que prefiere estar con su computadora antes que socializar, pero por supuesto cuando se pone a hacerlo es el alma de la fiesta. Cuando comienzan los asesinatos, es quien parece la más razonable. T.J es el chico al que siempre amó, aunque lo conoce desde la secundaria y es el perrito faldero de Minnie, siempre hace todo por ella y deja que la maneje con la compasión.

Minnie es la amiga perra. Es una chica fácil que le encanta salir de fiesta, aunque tiene problemas de bipolaridad, tratado en el libro como un ataque de capricho a cada rato; a ver, si quieres poner en tu historia alguna enfermedad, entonces desarróllala bien, de hecho la enfermedad de Minnie pudo aportar más a la historia, pero sólo significó que ella manipulara a Meg y todos estén enojados porque no encontraba sus pastillas para la ansiedad. Siempre intenta ser la divertida aunque obviamente no le sale. Es insoportable, pulula alrededor de T.J para que este la note,  hasta se puso de novia con Gunner para estar más cerca de él, ya que Gunner y T.J son mejores amigos. En realidad es una mandona, quiere que todos los demás hagan lo que desea y cree que tiene a Meg debajo del brazo, a quien trata bastante mal a pesar de que siempre se preocupa por ella. Cuando comienzan los asesinatos se encierra en su habitación a dormir o se la pasa indiferente, lo que más le preocupa es que Meg está cerca de T.J.

T.J es el futbolista, moreno, alto, de sonrisa encantadora que derrite a cualquiera, con los músculos a punto de explotarle las venas, pero de buen corazón. Es amable con todos y sólo se enoja con Meg cuando ella le hace de perrito faldero a Minnie, pues esto le parece una injusticia. Todo lo hace bien, a pesar de estar en una situación comprometedora, sale ileso porque siempre toma la decisión correcta. Es a quien los demás toman como líder en esta situación horrenda. A pesar de que comienzan los asesinatos, se encuentra bastante indiferente y calmado hasta el final, como si fuera algo de todos los días.

Ben es el chico buena onda. Se lleva bien con todos, casi no se enoja y siempre intenta hacer reír a los demás. Está todo el libro detrás de Minnie, como si ésta fuese un farol y él una polilla. No se despega de ella por un minuto. Lo único que sabemos de él es que sale con la anfitriona de la fiesta, Jessica (creo). Cuando los asesinatos empiezan, él también se encierra en su habitación y no ayuda a los demás a resolver nada.

Gunner es el amigo medio tonto. Es el amigo que nunca está con su amigo y no se preocupa por su amigo. Su novia, Kumiko, siempre lo rezonga por todo y él va detrás de ella pidiendo que se tranquilice. Se desespera pocas veces y lo único que hace es ir detrás de Kumiko. Parece que quiere hacer cosas pero al final no las hace, como si le diera pereza o algo.

Kumiko es la chica asiática malhumorada y con sentido común. Desde el principio está lanzándole miradas a Minnie por haber sido la novia de Gunner antes, a pesar de que Minnie nunca lo quiso y ni siquiera se inmuta por la presencia de él. Kumiko es la chica que dice lo que ya todos saben, que se enoja enseguida y que es pesimista. Es la única que cree, durante todo el libro, que el asesino es uno de ellos diez.


Nathan es el chico machista, racista, discriminador de por sí. Es el que trata mal a todos los demás por ser quienes son, sin importarle el daño que pueda causar. Es un niño mimado y adinerado que se cree el centro del universo. Es uno de los que se pone más histéricos con respectos a los asesinatos, pese a que antes se hacía el valiente. Quiere que los demás hagan todo y se queja de todos también.

Kenny es mejor amigo de Nathan, el grandote torpe. Es el amigo que siempre está por detrás del malvado, como Crabbe y Goyle detrás de Malfoy. Es otro de los que deciden tomar cartas en el asunto enseguida, a pesar de que no sabe por dónde empezar y se encuentra bastante enojado y dolido por la primera muerte.

Vivian es la sabelotodo. No sólo porque sabe muchas cosas, es parte del club de debate del instituto y siempre está denigrando a los demás por saber menos y corrigiéndolos para sentirse importante. Ella es la que quiere mandar, tanto en su vida como en la isla. Se pone muy histérica cuando los asesinatos comienzan, pero en vez de hacer algo, manda a los demás.

Lori es una chica a la que siento que no conocí mucho. Es un poco callada. Se lanza miradas con Kenny como si los demás no se dieran cuenta que se gustan. Es la chica de las piernas largas que canta del grupo.

El libro no está mal, pero no hay que tomarlo como una súper novela de suspenso, sino más bien como algo para entretenerte un rato. Los personajes son bastante indiferentes respecto a las situaciones, están matándolos pero ellos prefieren pelearse por idioteces y encerrarse en sus habitaciones, los únicos que más o menos toman cartas en el asunto son Meg y T.J. Lo mejor es no entrar con ningún tipo de expectativas en el libro, leerlo simplemente como algo para pasar el rato, con unos personajes nada desarrollados y mucho drama adolescente.

Ah, por cierto, el final me pareció muuuuuuuuuuy conveniente.

¡Nos leemos!


Valentine.

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